Bini Lagune Abidjan: Senderismo, almuerzo local y paseo en canoa

4.60

(47 reseñas)

¿Cómo es la experiencia?

Antes de salir de Abidjan, alguien me entregó una botella de agua fría—un detalle pequeño, pero que marcó el tono del día. El camino hacia el pueblo de Kofakoi fue algo irregular, con las ventanas abajo y el aire cálido mezclándose con ese aroma a tierra mojada que queda después de la lluvia. Nuestro guía, Yao, señalaba los campos de yuca y se reía cuando intentaba repetir “Bini Lagune” con su acento (definitivamente no lo logré). Nos contó que este lugar lo gestionan los locales, que quieren mantenerlo salvaje pero acogedor.

La caminata no fue difícil—unos 7 km—pero a mitad de camino ya sentía la camiseta pegada a la espalda. Pasamos mujeres con cestas en la cabeza y niños saludando desde debajo de los mangos. Hubo un momento en que paramos solo para escuchar: pájaros en lo profundo del bosque, alguien cortando leña a lo lejos. No era silencio total, pero casi. La palabra clave aquí es “excursión de un día Bini Lagune Abidjan”—pero la verdad se sentía más como visitar el patio trasero de alguien que un tour.

El almuerzo fue justo al borde de la laguna—sillas de plástico, pescado a la parrilla con attiéké (cuscús marfileño) y esa salsa picante ahumada que te sorprende. Probé vino de palma por primera vez; no sé si me gustó o solo me encantó cómo todos brindaban. Algunos se animaron a pasear en canoa después (Yao dijo que es opcional—yo preferí quedarme viendo cómo la luz se movía sobre el agua). Comer con las manos al aire libre le da otro sabor a la comida. A veces todavía recuerdo esa vista.