Vuela justo sobre las Cataratas Victoria con solo el cristal entre tú y el rocío, sobrevuela el cañón Batoka y baja a ras del Zambeze para avistar elefantes o hipopótamos. Con traslado desde tu hotel y un piloto local que te guía en cada momento impresionante, será un día que recordarás mucho después de aterrizar.
En cuanto despegamos desde el helipuerto cerca de las Cataratas Victoria, me di cuenta de que nunca había imaginado lo fuerte que puede ser el ruido de una cascada, ni siquiera desde un helicóptero. Nuestro piloto, Tinashe, nos sonrió y señaló el “humo” que se levantaba donde el río Zambeze cae en picada. Mi ventana era curva y transparente, sin nada que interpusiera la vista con esa enorme cortina de agua. No paraba de pegar la frente al cristal como un niño (seguro dejé marcas, perdón). El rocío parecía que casi nos alcanzaría si cambiaba el viento.
Darle vueltas a las cataratas no se siente real al principio. Ves postales y fotos, pero ver el agua caer al cañón Batoka es realmente mareador. Tinashe bajó la velocidad para que pudiéramos sacar fotos, aunque yo solo me quedaba mirando embobado. Había un arcoíris que se dibujaba justo en la niebla. La ruta nos llevó río arriba hacia Long Island y luego sobre zonas verdes donde se podían ver animales: los elefantes parecían pequeñas piedras grises desde arriba. Alguien detrás mío soltó un suspiro cuando pasamos sobre una manada junto a la orilla; casi me lo pierdo porque seguía hipnotizado con la vista del cañón.
De regreso sobre el Zambeze superior, Tinashe nos señaló hipopótamos descansando en un banco de arena y lo que dijo eran kudúes (yo ni los habría reconocido). El aire olía a tierra húmeda, no sé si era barro del río o la adrenalina agudizando los sentidos. Solo llevábamos unos 25 minutos volando, pero se sentía como más tiempo, y para bien. Al aterrizar, uno de los del equipo en tierra se rió de mi pelo (un desastre por el viento) y me dio agua. No dejo de pensar en ese momento en el aire, cuando todo abajo parecía salvaje y diminuto a la vez, ¿sabes?
El vuelo dura aproximadamente entre 25 y 27 minutos.
Sí, el traslado desde tu hotel está incluido antes de la hora programada del vuelo.
Hay grandes posibilidades de ver elefantes, hipopótamos, búfalos, jirafas, kudúes y más a lo largo del río Zambeze superior.
Los bebés pueden viajar, pero deben ir en el regazo de un adulto; hay asientos especiales para ellos.
Sí, todas las áreas y transportes son accesibles para sillas de ruedas; también se pueden usar cochecitos para niños pequeños.
El helipuerto queda a unos 7–10 minutos en coche desde la mayoría de los hoteles cerca de las Cataratas Victoria.
No necesitas mucho, solo tu cámara o móvil para fotos; te darán agua después de aterrizar.
Tu día incluye traslado desde tu hotel unos 15 minutos antes de la hora programada en un vehículo con aire acondicionado. Tras una breve charla de seguridad en el helipuerto cerca de las Cataratas Victoria, subirás a un helicóptero con ventanas burbuja para un vuelo de unos 25 minutos, sobrevolando las cataratas y siguiendo el río Zambeze superior para buscar fauna antes de regresar a tierra.
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