Si buscas algo más que paisajes bonitos, este tour te sumerge en la vida real de Ha Giang: eventos tribales, valles escondidos y relatos que solo los locales pueden contar. No es solo turismo, es ser parte.
Lo primero que me impactó fue el aire fresco de la montaña, nítido, con un leve aroma a humo de leña que llegaba desde aldeas lejanas. Nos apretujamos en un pequeño coche de cuatro plazas, subiendo por caminos donde picos de piedra caliza surgían como lomos de dragón. Nuestro guía, Minh, creció en uno de esos valles. Señaló un mosaico de campos de maíz aferrados a pendientes imposibles y se rió cuando intenté pronunciar los nombres locales de las aldeas.
Aquí no hay horarios rígidos. En cambio, seguimos el ritmo de la región: a veces parando en una feria bulliciosa donde mujeres Hmong regateaban por telas teñidas, otras veces deteniéndonos para tomar una taza de té humeante en una choza al borde del camino (el perro del dueño ladraba a cada moto que pasaba). Minh siempre parecía saber cuándo ocurría algo especial: una tarde, nos topamos con un pequeño ritual a la orilla del río. Los cantos resonaban entre las rocas; sentí cómo se me erizaba la piel.
Los niños son bienvenidos, pero los bebés deben ir en el regazo de un adulto. Algunas carreteras son irregulares y hay que caminar un poco.
Sí, nuestros guías son locales que también hablan buen inglés; te ayudarán a conectar con la gente y los lugares durante el recorrido.
El itinerario sigue eventos estacionales y ferias locales siempre que sea posible. Cada viaje es diferente según lo que ocurra en las aldeas.
Puedes escoger un coche privado (4 o 7 plazas) o viajar como pasajero en moto para tener un contacto más cercano con el paisaje.
Tu viaje incluye transporte privado (coche o moto), un guía local experimentado, todas las comidas (desayuno, almuerzo y cena), además de café o té durante el recorrido. Hay opciones de transporte público cerca si las necesitas.
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