Sentirás la arena entre los dedos en las dunas Phuong Mai, nadarás en aguas cristalinas frente a Ky Co, probarás mariscos frescos en el almuerzo y contemplarás las olas romper en Eo Gio—todo acompañado por un guía local que conoce cada atajo y el mejor lugar para fotos. No siempre el clima es perfecto ni el viaje suave, pero eso es lo que lo hace inolvidable.
Aún me río al recordar cuando nuestro guía, Minh, me entregó un sombrero cónico y dijo: “Ahora sí estás listo.” Apenas pude atarlo cuando el viento en las dunas de arena Phuong Mai quiso arrebatármelo. Arena por todos lados—entre los dedos, en la cámara—pero eso solo hizo que las fotos fueran más auténticas. Las dunas brillaban casi doradas con la luz de la mañana, y Minh no paraba de señalar los mejores ángulos para las fotos. Tenía razón, aunque yo me sentía un poco torpe posando.
El viaje en bote desde Nhon Ly hasta la isla Ky Co fue más ruidoso de lo que esperaba—el motor mezclado con las risas y charlas emocionadas de todos. La brisa salada me golpeaba la cara y podía oler el mar antes de ver la playa. Cuando finalmente llegamos, el agua era tan transparente que podías ver tus pies hundirse en ese azul infinito. Nadamos hasta que los dedos se arrugaron. Luego tocó snorkel en Bai Dua—si el clima lo permitía—y recuerdo ver destellos de peces amarillos nadando entre corales que parecían pintados. Minh intentó enseñarnos los nombres vietnamitas; seguro los arruiné todos.
El almuerzo fue un festín de mariscos frescos—camarones dulces, pescado a la parrilla con lima—y la verdad comí rápido porque todo olía delicioso. Había familias en otras mesas, niños corriendo descalzos mientras sus padres reían con té helado. Después de comer nos quedamos un rato ahí, pegajosos por la sal y el bloqueador, sin decir mucho pero con una sensación de plenitud que va más allá del estómago.
El cabo Eo Gio me sorprendió—los acantilados son salvajes y ventosos, y se escuchan las olas rompiendo contra las rocas abajo. Hay un silencio especial cuando miras al mar; te hace sentir pequeño, pero en el mejor sentido. Antes de regresar, paramos en el monasterio Ngoc Hoa para ver las estatuas gemelas de Buda—más altas que cualquier edificio cercano—y Minh nos contó historias sobre por qué miran en direcciones opuestas. A veces todavía pienso en esa vista cuando el ruido de la ciudad me abruma.
El snorkel está incluido si el clima lo permite; en mal tiempo (usualmente de octubre a marzo) no es posible.
Se viaja en canoa desde Nhon Ly hasta Ky Co, salvo que el clima impida hacerlo; en ese caso, el traslado es en coche.
El tour incluye un almuerzo con platos frescos de mariscos locales en un restaurante cerca de la playa.
Sí, visitarás el monasterio Ngoc Hoa y verás las estatuas gemelas de Buda de Vietnam.
El tour ofrece opciones de recogida; consulta al reservar para más detalles.
Los bebés deben ir en el regazo de un adulto; las familias son bienvenidas, pero se requiere cierta condición física por el nado y las caminatas.
Se recomiendan sandalias, traje de baño y protección solar para estar cómodo durante las actividades al aire libre.
Tu día incluye un sombrero cónico de recuerdo, seguro de viaje durante toda la excursión, agua embotellada para mantenerte fresco bajo el sol, todos los traslados entre paradas (en canoa o coche según el clima), y un almuerzo de mariscos frescos en un restaurante local antes de regresar a la ciudad de Quy Nhon.
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