Recorrerás las calles animadas de Montevideo con un guía local, explorarás plazas históricas y edificios emblemáticos, probarás snacks frescos en el mercado agrícola y disfrutarás de vistas al océano en la playa Pocitos. Prepárate para sorpresas como historias detrás de las palmeras o paradas espontáneas para comer, además de opciones flexibles para bajarte donde prefieras.
Ya estaba buscando mi cámara cuando nuestra guía, Mariana, señaló el antiguo edificio del Banco República — dijo que ahí es donde empiezan las historias de Montevideo. La ciudad parecía despertarse mientras caminábamos por la Ciudad Vieja, esquivando gente con traje y bicicletas de reparto. Quise asomarme a la Iglesia de San Francisco de Asís, pero me distraje con un vendedor ambulante que ofrecía pasteles con un aroma suave a anís. Seguimos a Mariana por calles estrechas llenas de bancos y de repente salimos a la Plaza Zabala. El Palacio Taranco parecía demasiado majestuoso para ese rincón tranquilo — ahora es un museo, pero a mí me gustó más verlo desde afuera con las palomas paseando.
Al caminar hacia la Plaza Matriz, noté que todos parecían conocerse — saludos y pequeñas ondas entre comerciantes y ancianos leyendo el diario en los bancos. Mariana nos contó por qué hay exactamente 33 palmeras en la Plaza Independencia (algo sobre los Treinta y Tres Orientales — tuve que buscarlo después). La palabra clave aquí es “tour por Montevideo”, pero en realidad no parecía un tour; más bien era como acompañar a alguien que conoce todos los atajos. Paramos en el Palacio Legislativo — mármol por todos lados, y desde afuera se escuchaban ecos rebotando en las columnas. Ella nos habló del arquitecto italiano que lo diseñó mientras un grupo de niños pasaba corriendo y riendo.
Después fuimos al Mercado Agrícola de Montevideo — puestos llenos de frutas y quesos, locales regateando por tomates. Me compré una empanadita calentita y casi me quemo la lengua. El lugar olía a hierbas frescas y masa frita; si te gustan los mercados de comida, este es tu sitio. Luego pasamos por el Monumento a La Carreta (Mariana lo llamó “la parada para Instagram”, lo que me hizo reír), y después por el Estadio Centenario — nos contó que ahí se jugó el primer Mundial, pero yo estaba más atento a los chicos jugando al fútbol cerca.
Terminamos cerca de la playa Pocitos para sacar fotos junto al gran cartel de Montevideo — hacía viento y me despeinó, pero valió la pena por la vista al mar. Algunos se bajaron en el Mercado del Puerto para almorzar (yo seguí con el grupo), pero si quieres pasear más o probar un buen chivito, puedes terminar ahí también. Aún recuerdo ese momento junto al agua — solo sol sobre letras de cemento y la brisa marina en la cara.
El tour es por la mañana y recorre varios puntos clave de Montevideo en medio día.
Incluye recogida; los detalles pueden variar según tu ubicación o acuerdo con el guía.
Visitarás Plaza Independencia, Palacio Legislativo, Mercado Agrícola de Montevideo, Monumento a La Carreta, Estadio Centenario, cartel de la playa Pocitos, barrio Carrasco y más.
Sí, los bebés pueden ir en cochecito o sentados en el regazo de un adulto durante el transporte.
Sí, la mayoría de las paradas están cerca de opciones de transporte público en Montevideo.
Incluye guía y transporte con aire acondicionado; las comidas no están incluidas, pero puedes comprar snacks en los mercados.
Puedes elegir regresar a tu hotel o quedarte en el Mercado del Puerto tras la última parada; el regreso desde ahí es por tu cuenta.
Tu día incluye un guía local experto que comparte historias en cada parada, traslados cómodos en vehículo con aire acondicionado entre barrios y mercados, y opciones flexibles para bajarte donde quieras y seguir explorando o regresar cuando prefieras.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?