Si buscas algo diferente en Kyiv, algo auténtico y sin filtros, este tour urbex te lleva bajo tierra y dentro de un búnker que pocos locales conocen. Te ensuciarás, descubrirás historias sorprendentes y verás la ciudad desde otra perspectiva.
Nos encontramos justo afuera de la estación de metro Dnipro, fácil de reconocer a pesar del bullicio matutino típico de la ciudad. Sasha, nuestro guía, nos entregó botas de goma y linternas, bromeando sobre cómo pronto pareceríamos “verdaderos exploradores de Kyiv”. Había oído que los túneles podían ser frescos, pero al bajar por ese primer pozo, el aire me golpeó: frío y húmedo, con un leve olor a tierra que se quedó pegado a mi chaqueta. Mejor llevar ropa vieja; mis jeans ya tenían manchas antes de haber caminado ni veinte pasos.
Adentro, la oscuridad era total salvo por los haces de luz de nuestras linternas que rebotaban en ladrillos viejos y tuberías goteando. Sasha señaló grafitis de los 90, algunos en cirílico, otros dibujos raros. Caminamos unos dos kilómetros bajo tierra, a veces agachándonos o saltando pequeños arroyos. En un momento apagamos las luces por un minuto. El silencio era increíble, solo se oía el eco del agua a lo lejos. Si nunca has sentido la oscuridad total, esta es la experiencia.
Al salir (botas embarradas pero con el ánimo por las nubes), nos subimos a una furgoneta para un corto trayecto por la ciudad. El búnker de la Guerra Fría está tras una cerca discreta; nadie imaginaría lo que hay adentro sin que alguien se lo muestre. La puerta blindada es enorme, con pintura descascarada pero pesada como ninguna. Dentro, todo parece detenido en el tiempo: máscaras antigás colgadas, carteles soviéticos descoloridos, hasta un viejo teléfono de disco que parece no sonar desde los 80. Sasha contó cómo las familias se habrían refugiado aquí en caso de una alerta nuclear. Es inquietante y fascinante, como entrar en un capítulo olvidado de la historia de Kyiv.
Sí, pero necesitas estar en forma moderada y no tener problemas con espacios estrechos. El guía provee todo el equipo de seguridad y mantiene un ritmo cómodo.
Usa ropa que no te importe ensuciar o mojar. Lo mejor son pantalones con cinturón. Evita llevar mochilas grandes, el espacio es reducido.
La temperatura se mantiene alrededor de 12°C todo el año. Se siente fresco comparado con afuera, así que lleva una chaqueta ligera si eres friolero.
Las cámaras pequeñas están bien, pero evita equipos grandes o trípodes, es complicado moverse con bultos en los túneles.
Te proporcionan botas de goma estilo militar soviético, guantes, linternas y todos los traslados entre puntos. El guía se encarga de la seguridad y comparte muchas historias locales durante el recorrido.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?