Entrar en Estambul sin estrés es posible: un conductor local te espera en el aeropuerto IST o en el puerto de cruceros, pendiente de tu vuelo para llevarte directo a tu hotel o apartamento. Sin líos, sin confusiones, solo un viaje tranquilo bajo las luces de la ciudad con alguien que conoce todos los atajos. Un detalle pequeño que hace que la llegada sea mucho más fácil.
Estambul me impactó desde el primer momento, no por su skyline, sino por ese suave bullicio en la zona de llegadas. Apenas había dormido en el avión y esperaba algún lío con los taxis, pero en cambio apareció un tipo con un cartel con mi nombre (bien escrito, que siempre se agradece). Sonrió y asintió, no dijo mucho, solo tomó mi maleta y me llevó más allá del torbellino de gente y esos pequeños golpes de aire frío que entran cuando se abren las puertas. Fue una recogida en el aeropuerto con una calma extraña.
El conductor (creo que se llamaba Emre) no forzó la conversación, algo que agradecí porque mi cabeza estaba hecha un lío. La furgoneta olía a limón, tal vez por algún ambientador colgante, y los asientos eran tan cómodos que casi me quedo dormido. Había estado siguiendo mi vuelo, así que llevaba tiempo esperándome aunque aterrizáramos tarde. La ciudad afuera parecía enorme y misteriosa a través de la ventana; minaretes asomando en la distancia, el tráfico moviéndose a trompicones. En un momento señaló dónde el Bósforo atraviesa Estambul — “Europa por aquí, Asia por allá”, dijo con una sonrisa. Intenté parecer despierto para apreciarlo.
El trayecto desde el aeropuerto IST hasta mi hotel en Sultanahmet duró alrededor de una hora (por suerte el tráfico no estaba mal). Hay algo especial en llegar a un lugar nuevo de noche — luces reflejándose en calles mojadas, todo desconocido pero con promesas. No tuve que regatear ni explicar direcciones; Emre me dejó justo en la puerta. Ahora que lo pienso, es curioso cuánto alivio puede dar algo tan simple como un traslado privado en Estambul. Quizá es saber que alguien te respalda cuando llevas cero horas de sueño.
Unos 60 minutos si no hay tráfico.
Sí, se monitorean los vuelos entrantes para que el conductor esté allí aunque llegues tarde.
Sí, los traslados funcionan a cualquier hora, día o noche.
Sí, hay traslados privados desde aeropuertos y puertos de cruceros en Estambul.
Sí, se pueden proporcionar asientos especiales para bebés si los pides con antelación.
Necesitarás compartir tu hora de llegada, número de vuelo y dirección del hotel antes del traslado.
Puede haber tarifas adicionales para otras zonas; consulta con el proveedor para más info.
Sí, es ideal para todos, incluyendo familias con bebés o cochecitos.
Tu viaje incluye transporte privado de ida entre el aeropuerto o puerto de cruceros de Estambul y tu hotel o apartamento en el centro, con vehículo con aire acondicionado, todos los impuestos incluidos, horarios flexibles según tu vuelo y un conductor local que te espera justo fuera de aduanas para llevarte directo a tu destino.
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