Te recogerán antes del amanecer en tu hotel en Cappadocia y verás cómo inflan los globos mientras la luz del día asoma. Con un piloto local experto, volarás tranquilo sobre chimeneas de hadas y valles antiguos durante aproximadamente una hora. Al aterrizar, celebrarás con champán y te llevarás un certificado personalizado, un pequeño recuerdo de esa calma única en las alturas.
Nunca pensé que sería de los que se levantan antes del llamado a la oración, pero Cappadocia te invita a hacerlo. Había un silencio dormido cuando la furgoneta nos recogió en el hotel—todavía oscuro, con solo un leve tono azul en el cielo. Nuestro piloto, Cem, ya bromeaba en la oficina de Göreme, pero se detuvo para revisar el clima otra vez (al parecer, esos vientos deciden todo). Me gustó eso—me dio más confianza. El aroma a café mezclado con combustible mientras veíamos inflar esos globos gigantes era raro y hermoso, como ver un amanecer en cámara lenta desde el suelo.
Subir a la cesta fue torpe—casi me tropiezo con mi propia emoción. Cem nos dio una charla de seguridad que no sonó a sermón (hasta se burló de su inglés), y de repente estábamos elevándonos. No rápido ni asustados, solo… levantándonos. Se oían suspiros de otros pasajeros mientras flotábamos sobre esas formaciones rocosas salvajes—chimeneas de hadas por todos lados, algunos pueblos aún dormidos abajo. El aire estaba lo suficientemente frío para picarme las mejillas, pero la verdad apenas lo noté. Allí arriba reina un silencio roto solo por el sonido del quemador y alguien susurrando “wow” en turco detrás de mí.
Intenté sacar fotos pero seguía dejando el móvil—hay cosas que no caben en una pantalla. Cuando aterrizamos (suave, gracias a Dios), nos entregaron certificados de vuelo y sirvieron champán. Fue medio ridículo y medio especial; todavía guardo el mío en mi diario, con una mancha de café. De camino al hotel, no paraba de pensar en lo pequeño que se veía todo desde arriba—como si todas esas preocupaciones que llevas en los viajes se quedaran allá abajo por un rato.
La recogida es al amanecer; el horario exacto varía según la estación y la luz del día.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en zonas seleccionadas de Cappadocia.
El vuelo en globo dura al menos una hora.
Niños de 6 a 12 años pueden participar si van acompañados por un adulto; menores de 6 no están permitidos.
Si el mal tiempo cancela el vuelo, te devolverán el dinero completo.
Sí, hay una pequeña celebración con champán tras el aterrizaje.
Los pilotos son profesionales, hablan inglés y tienen experiencia local en Cappadocia.
Te darán un certificado personalizado y una medalla conmemorativa al aterrizar.
Tu mañana incluye recogida en hotel en Cappadocia, transporte en minibús con aire acondicionado, seguro completo durante el vuelo en globo (mínimo una hora), guía de pilotos profesionales que hablan inglés, además de champán y certificado conmemorativo tras el vuelo, antes de llevarte de vuelta al hotel.
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