Cambia las calles de la ciudad por pueblos de montaña en esta excursión privada de Zurich a Vaduz y Heidiland. Recorre los jardines de rosas de Rapperswil, consigue un sello de pasaporte en Liechtenstein y conoce las cabras en el mundo de Heidi, todo con guía local y recogida en hotel incluida. Un día para recordar por pequeños momentos: un aroma, una sonrisa, una vista tranquila.
No esperaba que las rosas me importaran tanto, pero cuando nuestro guía nos llevó a Rapperswil y sentí ese aroma—dulce y con un toque picante—me quedé parado un momento. Seis cientos variedades, según me dijeron. Intenté contar los colores pero me rendí tras rosa, amarillo, rojo… Un señor mayor podaba unos arbustos y nos saludó como si fuéramos vecinos. El castillo está en una colina rocosa sobre el lago de Zurich—parecía sacado de un cuento, pero sin ser cursi. Nuestro guía nos contó que fue construido en el siglo XIII y casi podía imaginar a los caballeros caminando con sus armaduras (o tal vez era mi estómago rugiendo porque me salté el desayuno).
El viaje de Zurich a Vaduz no es largo—quizá una hora—pero cruzar a Liechtenstein tuvo algo especial. ¿Cuántas veces entras a otro país antes de almorzar? No pudimos entrar al Castillo de Vaduz (la familia principesca aún vive allí), pero estar abajo con las montañas de fondo… es difícil de explicar. La Catedral de San Florín tiene líneas muy marcadas y un silencio que invita a quedarse; me quedé más tiempo del que pensaba. En la oficina de turismo, nuestro guía sonreía mientras hacíamos fila para el sello del pasaporte—¿una típica tontería de turista? Puede. Pero todos lo llevaban con orgullo.
Después fuimos a Heidiland—el pueblo de Maienfeld es justo como lo imaginas: casas de madera, cabras por todas partes (una intentó morder mi cordón del zapato) y tiendas con quesos que olían a hierba fresca. El aire se sentía distinto allá arriba—más limpio o tal vez más frío. Paseamos por la Casa de Heidi y me sorprendí tarareando la canción de la serie animada, hasta que vi que alguien más lo hacía (nuestro guía se rió). De regreso, bordeando el Walensee, la luz se reflejaba en el lago y nadie dijo mucho; a veces el silencio vale más que mil fotos.
El tour dura todo el día e incluye traslado de ida y vuelta a Zurich.
Sí, la recogida y regreso al hotel en Zurich están incluidos.
No, el Castillo de Vaduz está cerrado al público porque sigue siendo residencia de la familia principesca.
Sí, durante el tour puedes sellar tu pasaporte en la oficina de turismo de Vaduz.
El itinerario menciona tiendas locales en Maienfeld pero no comidas; se recomienda llevar algo para picar.
Sí, es apta para todos los niveles físicos y ofrece asientos especiales para bebés si se necesitan.
Visitarás el Castillo y el Jardín de Rosas de Rapperswil, puntos emblemáticos de Vaduz como la Catedral de San Florín y el Ayuntamiento, además de la Casa de Heidi en Maienfeld.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Zurich con servicio de bienvenida de tu guía-conductor de habla inglesa; Wi-Fi a bordo en vehículo privado y moderno; tiempo para explorar el Castillo de Rapperswil y sus jardines de rosas; paradas para ver el Castillo de Vaduz (solo exterior), la Catedral de San Florín, la Casa del Gobierno y el Ayuntamiento; sello de pasaporte en la oficina de turismo de Vaduz; recorrido por el Heidiland suizo incluyendo la Casa de Heidi; y vistas al Walensee en el camino de regreso.
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