Únete a guías locales para hacer cañonismo en los cañones salvajes de Ticino: saltos, toboganes y rápeles a tu ritmo. Risas con otros viajeros, todo el equipo incluido, además de fotos y videos para no perder detalle. Al final, relájate en la base con duchas y un aperitivo casero, el momento perfecto para asimilar la experiencia.
“No te preocupes, te va a encantar,” sonrió nuestro guía Marco mientras me entregaba el traje de neopreno en la base de Claro. Yo ya estaba entre risas y nervios — el aire olía a piedra mojada y agujas de pino, y la toalla de alguien no paraba de resbalarse del banco. Acabábamos de conocer al grupo (una pareja de Zúrich, una familia de Milán), pero todos parecían medir su valentía en ese pequeño vestuario. Aún no habíamos empezado el cañonismo y ya sentía el corazón latiendo fuerte.
La caminata hasta el cañón duró más de lo que esperaba — ¿unos 30 minutos? — pero fue más charlar y evitar tropezar con raíces. Marco nos señaló algunas hierbas silvestres junto al camino (llamó a una “la menta de Ticino”, y todavía no sé si existe de verdad). Al llegar arriba, se escuchaba el eco del agua abajo — un sonido frío y nítido. El equipo ajustaba bien y daba seguridad; recuerdo que me ajustaba la correa del casco mientras Marco explicaba que cada salto o tobogán era opcional. Eso me tranquilizó. Tenía las manos temblando antes del primer rápel, pero luego… simplemente te lanzas.
No esperaba que el agua fuera tan cristalina — como un vidrio sobre las rocas — ni que nos riéramos tanto intentando lucir “cool” al deslizar por esos toboganes naturales. Hubo un momento en que Anna (la mamá de Milán) gritó “¡Mamma mia!” justo antes de caer al agua a mi lado. Hasta Marco no pudo contener la risa. Todo se sintió menos como un deporte extremo y más como un juego en el parque natural. Y sí, realmente te sacan fotos — tengo la prueba de mi salto más torpe en algún lado.
De vuelta en la base, quitarse el neopreno fue casi tan reconfortante como el primer sorbo del aperitivo casero (queso salado, algo herbal en un vasito). Todos estábamos cansados pero felices — el pelo alborotado, las caras sonrojadas. No se trataba solo de hacer cañonismo en Ticino; era esa conexión extraña con desconocidos durante unas horas. Aún recuerdo esa ráfaga fría de agua en la cara y el silencio entre saltos… ¿sabes?
Sí, todos los saltos y toboganes son opcionales y los guías adaptan las rutas a todos los niveles.
La actividad incluye entre 15 y 45 minutos de caminata hasta el cañón más el tiempo dentro; en total, varias horas incluyendo el regreso a la base.
Sí, el precio incluye fotos y videos tomados con cámara impermeable.
Solo necesitas traje de baño y toalla; el resto del equipo lo proporcionan ellos.
Sí, el transporte privado desde la base en Claro hasta el cañón está incluido.
Sí, puedes ducharte y cambiarte en la base una vez terminada la actividad.
No se incluye almuerzo completo, pero sí un aperitivo casero al final.
El cañonismo es apto para familias, pero se recomienda buena condición física; no es ideal para niños muy pequeños ni personas con problemas de salud.
Tu día incluye transporte privado desde Claro hasta la entrada del cañón y regreso; guías locales certificados durante toda la actividad; todo el equipo específico como neoprenos, calcetines, zapatos, arneses y cascos; equipo grupal; cámara impermeable para fotos y videos; acceso a vestuarios con duchas; y un aperitivo casero para compartir al volver a la base.
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