Pisarás las pistas nevadas de Grindelwald en un grupo pequeño, con un instructor local paciente que te guiará en cada movimiento inseguro. Todo el equipo está incluido (casco también), junto con el pase para las pistas suaves de Bodmi Arena. Prepárate para reír, caer un poco y sentir esa emoción cuando finalmente logras deslizarte — esa sensación se queda contigo mucho después.
Bajamos del tren en Interlaken, aún medio dormidos y con un café en mano, y de repente aparecieron los Alpes — afilados y sorprendentemente cerca. Nuestra guía, Anna, nos esperaba justo afuera de la estación. Tenía una forma tranquila de hablar que me calmó los nervios de probar el esquí por primera vez (temía caerme delante de todos). El viaje hasta Grindelwald fue silencioso, salvo por el chirrido de nuestras botas y alguna risa que venía desde el asiento trasero. No podía dejar de mirar la cara norte del Eiger a través de las ventanas empañadas — parecía más frío de lo que imaginaba.
En Bodmi Arena nos prepararon el equipo. El casco me pareció raro y pesado al principio, pero Anna sonrió y dijo: “Pronto ni lo notarás.” Nos enseñó a enganchar los esquís — no es tan fácil como parece en YouTube, por cierto. La nieve estaba suave y crujía bajo los pies. Empezamos en una pendiente suave con un telesilla tipo cinta mágica (como una cinta transportadora de aeropuerto, pero para esquiadores). Anna explicó todo dos veces, a veces cambiando al alemán cuando no encontraba la palabra en inglés. Me gustó eso — hacía que todo fuera más real.
Me caí tres veces en diez minutos. A nadie le importó; de hecho, todos aplaudieron cuando por fin logré hacer un giro lento sin caerme. Hubo un momento en que me quedé quieto a mitad de bajada, con el viento mordiendo mis mejillas, viendo a los niños pequeños deslizarse como si hubieran nacido con esquís. Olía a pino y a algo dulce de un puesto de comida cercano. La clase duró unas dos horas y media pero, sinceramente, se pasó volando. Al final, las piernas me temblaban, pero no quería irme de Bodmi Arena todavía — ¿sabes esa sensación cuando empiezas a entenderlo?
Sí, está pensada especialmente para quienes esquían o hacen snowboard por primera vez.
La clase se lleva a cabo en Bodmi Arena, en Grindelwald cerca de Interlaken.
La clase dura aproximadamente 2.5 horas en pistas para principiantes.
Sí, todo el equipo (esquís/snowboard, botas, casco) y el pase de telesilla están incluidos.
Debes tener al menos 12 años; los menores de 16 deben ir acompañados por un adulto.
No, no se incluyen comidas; solo la instrucción y el equipo.
El grupo es pequeño, máximo ocho personas, para una atención más personalizada.
Es apto para todos los niveles, excepto personas con problemas cardiovasculares o embarazadas.
Tu tarde incluye 2.5 horas de clase de esquí o snowboard para principiantes en Bodmi Arena, Grindelwald, con un guía local que te acompaña en todo momento. Todo el equipo necesario — esquís o snowboard, botas, casco — y el pase diario para la cinta mágica de Bodmi están incluidos para que solo te concentres en aprender (y quizás en reírte un poco de ti mismo).
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