Baja de tu vuelo en el aeropuerto de Zúrich y recibe la bienvenida de un conductor local con un cartel con tu nombre. Disfruta un traslado privado en una van Mercedes limpia con agua embotellada y ayuda con tu equipaje. Relájate mientras te llevan directo a tu hotel — un comienzo fácil en Zúrich que recordarás mucho después de aterrizar.
“¿Ese es mi nombre?” entrecerré los ojos mirando el cartel, medio dormido tras el vuelo — y ahí estaba Markus, sonriendo como si esperara a un viejo amigo. El aeropuerto de Zúrich brillaba esa mañana, todo cristal y suelos pulidos, pero la verdad es que solo me sentía aliviado de no tener que entender los trenes ni arrastrar la maleta. Markus desestimó mi disculpa por ir lento (siempre llevo demasiado), tomó mi bolsa como si no pesara nada y me guió por llegadas hacia el parking. El aire afuera tenía ese frescor suizo tan limpio — ya sabes, ese que te despierta mejor que un café.
La van Mercedes estaba impecable por dentro, olía ligeramente a toallitas de limón (sin ser fuerte), y había botellitas de agua en los portavasos. También vi gel desinfectante en el asiento — un detalle pequeño, pero que me hizo sentir cuidado. Markus me contó del clima en Zúrich (al parecer la lluvia trae suerte a los que llegan), y me señaló dónde van los locales a tomar café mientras nos adentrábamos en la ciudad. Todo estaba tranquilo salvo por su música suave de radio suiza — charlas relajadas y algo de jazz. No paraba de pensar en lo distinto que era esto de esos traslados apresurados en otras ciudades; aquí nadie tenía prisa por echarte.
Llegamos a mi hotel en unos veinte minutos, ¿quizá? Perdí la cuenta mirando los tranvías pasar y la gente en bici con bufandas. Markus abrió la puerta antes de que pudiera tocarla, me entregó la maleta con un gesto y dijo algo en suizo alemán que seguro entendí mal, pero me sacó una sonrisa igual. Hay algo especial en llegar a un lugar nuevo cuando alguien realmente te está esperando — cambia todo. Sigo recordando lo tranquilo que fue ese primer rato en Zúrich.
Tu conductor te estará esperando dentro de la terminal de llegadas con un cartel con tu nombre.
Sí, el servicio privado incluye recogida en el aeropuerto de Zúrich.
Viajarás en una van Mercedes-Benz EQV o Mercedes-Benz Clase V.
El conductor ofrece 60 minutos de espera gratuita en el aeropuerto y sigue el estado de tu vuelo.
Sí, cada pasajero recibe agua embotellada durante el viaje.
El conductor te asistirá con el equipaje desde llegadas hasta el vehículo.
Todos los impuestos aeroportuarios y tarifas de parking están incluidos en el precio del traslado.
Tu traslado privado incluye servicio de bienvenida en el aeropuerto de Zúrich, ayuda con el equipaje, agua embotellada en una van Mercedes-Benz, 60 minutos de espera gratis con seguimiento de vuelo, además de todos los impuestos y tarifas de parking antes de dejarte directamente en tu hotel o alojamiento.
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