Remarás por el archipiélago salvaje de Estocolmo con un grupo pequeño y guía local, parando para un almuerzo al aire libre y el clásico fika sueco en una isla desierta. Prepárate para el aire frío en las mejillas, pájaros sobre tu cabeza y un silencio real entre cada palada—un día que recordarás mucho después de volver a la ciudad.
Confieso que casi me rindo al ver las nubes bajas sobre Estocolmo esa mañana. Pero igual nos juntamos al sur de la ciudad: yo, dos amigos y nuestro guía Jonas, que tenía esa calma que te hace olvidar el pronóstico del tiempo. El viaje hasta Dalarö duró unos 45 minutos, y en el camino vi una de esas casas rojas de madera escondidas entre pinos. Parecía sacada de un cuento. Jonas solo sonrió y dijo: “Esto es Suecia”.
Los primeros minutos remando fueron un poco inestables (no soy experto), pero Jonas nos dio una rápida introducción al kayak y de repente estábamos deslizándonos entre este laberinto de islas. El agua estaba cristalina y fría al tocarla con los dedos, una sensación refrescante pero nada desagradable. En un momento pasamos cerca de una costa rocosa donde unos pájaros armaban un gran alboroto. Jonas señaló un águila marina que volaba en círculos; se emocionaba cada vez que veía algo, y eso me hizo fijarme más también.
El almuerzo fue en una de esas islas desiertas—sin casas, solo rocas, musgo y olor a mar. Nos sentamos sobre nuestras chaquetas a comer sándwiches y rollos de canela (el fika sueco no es cualquier cosa), escuchando el viento y nada más. Hay algo en comer al aire libre después de remar horas que hace que hasta la comida sencilla sepa mejor. Bromeamos con nadar, pero la verdad ninguno tuvo valor para el frío del Báltico en junio.
El regreso se sintió más lento, tal vez porque mis brazos estaban cansados o porque no quería que terminara aún. En el camino de vuelta a Estocolmo no dejaba de pensar en lo tranquilo que había estado allá afuera—sin ruido de ciudad, solo pájaros y agua—y en lo diferente que se siente Suecia cuando estás en el archipiélago y no solo mirando desde la ventana de un ferry. Aún recuerdo esa vista desde el kayak.
Está a unos 45 minutos en coche al sur de Estocolmo hasta Dalarö.
Sí, incluye un almuerzo al aire libre y fika sueco durante la excursión.
No, no se requiere experiencia; hay una introducción al inicio.
Podrás ver águilas marinas, gansos migratorios, cormoranes y otras aves propias del archipiélago.
Sí, el traslado desde el sur de Estocolmo a Dalarö está incluido en el tour.
Sí, se incluyen bolsas secas para que mantengas tus cosas seguras mientras remas.
El tour incluye kayaks, chalecos salvavidas, remos, faldones y la instrucción necesaria.
Sí, está pensado para todos los niveles con guía durante toda la actividad.
Tu día incluye recogida en el sur de Estocolmo en vehículo con aire acondicionado, todo el equipo de kayak (con seguridad), bolsas secas para tus cosas, un curso introductorio antes de remar entre las islas con tu guía, además de un almuerzo al aire libre y el clásico fika sueco en una isla tranquila antes de regresar juntos por la tarde.
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