Recorre en ATV las vibrantes calles y caminos abiertos de Sint Maarten & St. Martin con un guía local. Disfruta paradas en Orient Bay, alimenta iguanas en Oyster Pond y camina por aguas poco profundas en Coralita, todo con risas y aire salado de fondo.
Arrancamos con polvo levantándose al salir de Philipsburg — cascos puestos y el sol ya calentando mis brazos. Nuestro guía, Jean-Luc (con esa risa fácil), nos ordenó en fila y nos advirtió que las curvas de la carretera eran “para inclinarse o sentirás el golpe al día siguiente”. El motor rugía más de lo que esperaba, pero en verdad resultó relajante después de un rato. Pasamos por casas de colores pastel y gente saludando desde sus porches; intenté devolver el saludo sin soltar el acelerador — nada elegante.
La primera gran parada fue en Orient Bay. No imaginaba lo azul que se vería el agua con esa luz de media mañana — como si alguien hubiera subido el brillo al máximo. Algunos compraron bebidas frías en una caseta, otros simplemente caminaron descalzos por la arena (yo sigo sacudiendo arena de mis zapatos). Se sentía ese aire salado y música que venía de algún lugar detrás de las palmeras. Jean-Luc nos mostró dónde alquilar sillas para sentarnos a ver las olas un rato.
Luego nos dirigimos a Oyster Pond — desde ahí se ven unas vistas salvajes de St. Barths al otro lado del agua, todo borroso en el horizonte. Hay un lugar donde puedes alimentar iguanas (tan raro y divertido como suena; una me arrebató una hoja de lechuga de la mano). El guía nos contó cómo se mezclan las culturas holandesa y francesa aquí — incluso cambió de idioma en medio de una frase un par de veces, y nadie se inmutó.
Después fuimos al mirador de Coralita, donde está la famosa “Caminata de Moisés”. Básicamente cruzas caminando por aguas poco profundas hasta una pequeña isla — al principio se siente raro, pero luego es casi mágico. Mis zapatos se empaparon, pero no me importó; todos reíamos tratando de ver quién resbalaba más. Para ese momento ya había dejado de preocuparme por verme cool en el quad y solo disfrutaba: viento en la cara, sal en los labios, ese rugido bajo bajo mí. Es difícil de explicar, pero a veces aún recuerdo esa vista de Coralita cuando todo está demasiado tranquilo en casa.
El tour dura aproximadamente entre 3.5 y 4 horas.
No, no se requiere experiencia; antes de salir hay un tutorial completo.
Sí, se para en Orient Bay para caminar por la playa o descansar en sillas disponibles.
No incluye almuerzo, pero puedes comprar snacks y bebidas en las paradas.
Visitarás Orient Bay, Oyster Pond (con alimentación de iguanas), el mirador Coralita (“Caminata de Moisés”) y pasarás por Philipsburg.
Sí, todos los participantes reciben casco para su seguridad.
La edad mínima para pasajeros es 6 años.
Debes llevar licencia de conducir válida si vas a manejar; se recomienda ropa cómoda y protector solar.
Tu día incluye combustible para el ATV, cascos para seguridad, un tutorial detallado antes de salir, además de sillas y sombrillas en Orient Bay. Todo con un guía local que mantiene el ritmo y la diversión durante toda la aventura.
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