Recorre el Parque Nacional Yala en un jeep abierto con un guía experto en fauna, buscando leopardos, elefantes y aves coloridas. Disfruta de un picnic rodeado de naturaleza y escucha las historias de tu guía durante el recorrido. Incluye entrada, transporte privado y agua embotellada, una experiencia que recordarás mucho después de que se asiente el polvo.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es mirar a los ojos a un animal salvaje y no saber quién está más sorprendido? Así empezó mi excursión de un día al Parque Nacional Yala desde Tissamaharama — bueno, después de que nuestro guía, Nimal, me diera una botella de agua y sonriera como si supiera algo que yo no. El jeep crujía sobre el primer tramo de tierra roja y de repente el aire cambió — cálido, pero con ese olor a tierra mojada que solo se siente después de la lluvia. No dejaba de pensar: ¿realmente veremos un leopardo?
Nimal tenía un don para detectar cosas antes que nadie. Tocaba suavemente el techo y señalaba — a veces algo obvio (un elefante quieto, moviendo la cola), otras veces nada que yo pudiera ver hasta que susurraba “mira, ahí” y entonces atrapaba un destello de pelaje manchado entre las ramas. Los leopardos de Yala son famosos por ser tímidos, pero esa mañana uno estaba recostado en una roca como si fuera el dueño del lugar. Mi corazón latía tan fuerte que casi me olvido de respirar. Y por todas partes había pavos reales — no pavoneándose para los turistas, sino caminando entre la maleza, con sus plumas atrapando pequeños rayos de sol.
Nos detuvimos en un charco de barro donde los búfalos se revolcaban y los abejarucos volaban como chispas verdes. El almuerzo fue sencillo — sándwiches y fruta bajo un árbol mientras los monos nos observaban (juro que uno intentó robarme la manzana cuando no miraba). Hubo un momento en que todo quedó en silencio salvo el viento entre la hierba y algún canto lejano. Fue una paz inesperada; quizá porque por un rato estás sentado en el mundo de otro.
Todavía recuerdo la mirada de ese leopardo — lo cerca que puede sentirse la naturaleza salvaje cuando no estás detrás de un cristal o una valla. El camino de regreso fue más tranquilo; todos cansados pero con una especie de brillo. Si estás pensando en reservar un safari en jeep por Yala con un guía local, hazlo. Puede que vuelvas más polvoriento que al salir, pero ese lugar te deja algo dentro.
El safari guiado en jeep por el Parque Nacional Yala dura aproximadamente 4 horas.
Sí, incluye transporte privado en coche con aire acondicionado para recogida y regreso.
Podrás ver leopardos, elefantes, osos, cocodrilos, ciervos, jabalíes, búfalos de agua y muchas aves como pavos reales y abejarucos.
Sí, se incluye un picnic durante la visita al Parque Nacional Yala.
El tour es apto para todos los niveles de condición física, pero no se recomienda para personas con lesiones de columna o embarazadas.
Se pueden solicitar asientos especiales para bebés.
Tu día incluye entradas al parque nacional, agua embotellada durante todo el recorrido, transporte privado desde y hacia tu hotel en coche con aire acondicionado, todo el tiempo dentro de Yala en un jeep 4x4 con un guía local experto en fauna—y sí, también un picnic bajo los árboles antes de regresar.
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