Te adentrarás en las callejuelas del Fuerte de Galle para aprender técnicas ancestrales de tallado de máscaras con un anfitrión local. Siente la textura de la madera Kaduru mientras creas tu propia pieza, escucha historias de la tradición artesanal de Ambalangoda y disfruta de un té entre caras pintadas. No es solo una clase de arte, es una experiencia que perdura.
Para ser sincero, nunca imaginé que acabaría inclinado sobre un trozo de madera Kaduru en pleno Fuerte de Galle, con pintura en los dedos y aserrín pegado en la camiseta. Pero ahí estaba, intentando no arruinar la nariz de mi primera máscara de Sri Lanka. La tienda estaba escondida en una de esas callejuelas estrechas donde las motos apenas caben y se mezclan aromas de incienso con el aire del mar — parecía que cada pared guardaba una historia. Nuestro anfitrión, Sunil, nos recibió con una sonrisa cálida y preparó las herramientas como si lo hiciera mil veces (seguro que sí).
Sunil empezó contándonos que las famosas máscaras de Ambalangoda no son solo decoración — forman parte de antiguos rituales y del teatro local llamado Kolam. Me dejó tocar una de sus piezas terminadas; la madera era más ligera de lo que esperaba, suave pero con esas pequeñas ranuras hechas por su cuchillo de tallar. Mi intento al principio quedó un poco torcido (Sunil se rió y dijo que todas las primeras máscaras tienen “carácter”). Había algo muy relajante en todo el proceso — el sonido suave del tallado, las voces lejanas afuera, incluso el olor de la pintura, una mezcla terrosa con aceite de coco.
Miraba de vez en cuando las paredes llenas de máscaras con caras salvajes — unas sonriendo, otras con mirada feroz. Sunil nos contó historias detrás de cada una, a veces cambiando entre cingalés e inglés en medio de la frase. En un momento me ofreció una taza de té con un sabor ligeramente ahumado; no sé si era cosa mía o así lo preparan aquí. Al final, las manos me dolían, pero no tenía ganas de irme. Hay algo en crear algo con tus propias manos en un lugar así que se queda mucho más que una foto. Aún recuerdo esa nariz torcida.
El taller se lleva a cabo en una tienda de artesanía dentro del Fuerte de Galle.
Incluye la guía personalizada del anfitrión para crear tu propia talla y 1 litro de agua por persona.
Sí, es apta para todos los niveles físicos y no se necesita experiencia previa.
Normalmente se usan maderas Kaduru, que son ligeras y fáciles de tallar.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
Tu día incluye todos los materiales necesarios para tallar máscaras en el Fuerte de Galle, la guía personalizada de un anfitrión local durante toda la sesión y una botella de agua de 1 litro por persona para que puedas concentrarte en crear sin preocupaciones.
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