Sumérgete en la historia viva de St Kitts mientras recorres las animadas calles de Basseterre y haces una pausa en Independence Square con tu guía local. Verás a artistas del batik en Romney Manor, subirás a la Fortaleza Brimstone Hill para disfrutar de vistas impresionantes y escucharás el Atlántico entre las rocas volcánicas de Black Rocks — un día lleno de historias que recordarás mucho después de irte.
Ya estábamos recorriendo las calles de Basseterre cuando me di cuenta de cuánto cuentan sus antiguos balcones de madera y las piedras desgastadas por el tiempo. Nuestra guía, Marcia, nos señaló la Co-Catedral y luego el pequeño reloj en el Circus — lo llamaba “Little Ben” con una sonrisa cómplice, como si compartiera un secreto. El aroma a pan recién horneado venía de alguna panadería cercana, y la gente nos saludaba al pasar. Traté de imaginar cómo sería este lugar hace dos siglos, pero con tantos niños en uniformes coloridos corriendo por todos lados, es difícil visualizarlo.
Independence Square transmitía tranquilidad, pero Marcia no ocultó su historia: nos contó sobre las subastas de esclavos que se hacían justo ahí. Algunos edificios aún conservan anillos de hierro en la piedra, donde encadenaban a las personas. Es algo fuerte. Nos explicó que la plaza cambió de nombre tras la independencia en 1983; ahora es solo un parque donde la gente almuerza o se sienta bajo los árboles. Me quedé mirando uno de esos árboles más tiempo del que debería — se siente raro pensar en toda esa historia reposando bajo el sol.
La siguiente parada fue Romney Manor, y no esperaba engancharme tanto con el batik (¿quién lo hubiera dicho?). El aire olía a verde, como a hojas mojadas, y dentro, unas mujeres nos mostraron cómo hacen esos patrones tan locos a mano. Afuera hay un árbol que Marcia dice tiene más de 200 años; sus raíces parecen sostener medio jardín. Después subimos a la Fortaleza Brimstone Hill — carretera empinada y mucho viento arriba. La vista es infinita, con el océano a un lado y colinas verdes al otro. Pudimos tocar los cañones antiguos y ver uniformes de soldados británicos tras un cristal; no paraba de pensar en todo el esfuerzo que debió ser subir esas piedras sin máquinas.
La última parada fue Black Rocks, junto a Dieppe Bay — afiladas piedras volcánicas que se asoman al bravo Atlántico. Las olas hacían un sonido profundo que aún escucho cuando cierro los ojos. Nos quedamos ahí un rato en silencio; a veces, esos lugares no necesitan palabras.
El tour visita los principales sitios de St Kitts y suele durar casi todo el día, según el ritmo del grupo y el tráfico.
Sí, la recogida desde hoteles seleccionados o el puerto de cruceros está incluida en la reserva.
La entrada a la Fortaleza Brimstone Hill ($15) y a Caribelle Batik en Romney Manor ($3) están incluidas.
Si tu crucero se retrasa y pierdes el inicio del tour, no hay reembolsos, pero podrían ofrecerte una alternativa si es posible.
No se recomienda para quienes no pueden salir de su silla de ruedas o tienen problemas cardiovasculares, por terrenos irregulares y escaleras.
Lleva calzado cómodo, protección solar, agua y mascarilla, ya que es obligatoria en transportes y espacios cerrados.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel o puerto (lugares seleccionados), entradas a la Fortaleza Brimstone Hill y Caribelle Batik en Romney Manor, además de la guía de un conductor local en cada parada, para que vuelvas cómodo tras tu recorrido por la isla.
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