Sumérgete en la vida nocturna de Bucarest con cena y ruta de bares por el Casco Antiguo, acompañado por un local que conoce todos los atajos y secretos. Disfruta de acceso prioritario, mesas reservadas, chupitos en cada parada y sorpresas para el invitado especial—momentos que recordarás mucho después de la resaca.
Casi no llegamos al primer bar: uno de nosotros se olvidó el DNI en el hotel (clásico), así que nuestro guía Alex solo se encogió de hombros y dijo: “No pasa nada, pasamos a recogerlo de camino”. Así empezó la noche: un poco caótica, pero la verdad es que marcó el ritmo. El Casco Antiguo de Bucarest ya vibraba cuando por fin nos sentamos a cenar. El aire olía a carne a la parrilla y humo de cigarro que venía de las mesas cercanas. Intenté pedir algo en rumano—Li se rió cuando lo dije mal—y Alex solo sonrió y nos tradujo. Ya parecía que éramos habituales.
Después de cenar, visitamos cuatro bares distintos. Cada uno tenía su rollo: luces de neón reflejándose en paredes de ladrillo antiguo en uno, y luego un sitio más tranquilo donde los locales jugaban a las cartas y nadie se preocupaba por el ruido que hacíamos. Alex parecía conocer a todo el mundo: saludaba o daba palmadas en la espalda, y de repente nos traían una ronda de chupitos (incluidos en el tour, lo que ayudaba). En un momento hubo una sorpresa para nuestro amigo soltero—digamos que hubo un sombrero y muchos vítores de desconocidos. No esperaba sentirme tan bienvenido por gente al azar; quizá así es Bucarest de noche.
El paseo entre bares fue corto—unos seis minutos como mucho—pero suficiente para fijarse en detalles: adoquines bajo los pies, música que se escapaba por puertas abiertas, ese aire frío y cortante que solo llega después de medianoche. Nunca esperamos mucho para entrar (el acceso prioritario es real), y Alex siempre tenía una mesa lista para nosotros. Hubo un momento sobre las 2 de la madrugada en que pillé a nuestro grupo riendo tan fuerte que casi derramamos las copas. No fue nada sofisticado ni perfecto, pero fue justo lo que buscábamos: una fiesta auténtica en Bucarest sin estrés.
El tour incluye visitas a 4 bares o clubes diferentes en el Casco Antiguo de Bucarest.
La experiencia comienza con una cena antes de salir a los bares.
Sí, se organizan sorpresas especiales para el homenajeado durante el tour.
Incluye un chupito en cada lugar y una bebida especial para el grupo.
Sí, se incluyen mesas reservadas y acceso prioritario en cada sitio visitado.
El plan se puede adaptar según las preferencias del grupo para bares o restaurantes.
No se permiten camisetas sin mangas ni pantalones cortos en invierno; tampoco bañadores ni chanclas en ninguna temporada. Los atuendos especiales deben consultarse con antelación.
La experiencia es apta para todos los niveles de condición física, pero no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas cardiovasculares.
Tu noche incluye mesas reservadas con acceso prioritario en cada bar o club, un plan personalizado según los gustos de tu grupo, sorpresas especiales (sobre todo para el novio o la novia), un chupito en cada lugar más una bebida extra para el grupo, todo guiado por un local que se encarga de traducciones y cambios de última hora.
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