Recorre a pie el exuberante Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda con un guía experto para ver de cerca gorilas de montaña en peligro de extinción. Luego, sumérgete en la cultura local en la Aldea de los Guardianes de Gorilas antes de regresar a Kigali. Un día único que no olvidarás.
Aún está oscuro cuando subimos al 4x4, con nuestros termos en mano, mientras las luces de Kigali se van quedando atrás. El camino a Musanze es tranquilo, solo se oye el motor y de vez en cuando un gallo cantando que se cuela por la ventana. Al llegar a la sede del Parque Nacional de los Volcanes, la niebla se levanta de las colinas y se siente ese olor a tierra mojada por la lluvia de la noche anterior. Nuestro guía, Jean-Paul, nos entrega los permisos y nos hace un resumen rápido—lleva años haciendo esto y conoce cada rincón de estos senderos.
La caminata no es fácil—el barro se pega a las botas, el bambú cruje bajo los pies—pero cuando finalmente ves ese primer mechón de pelo negro moviéndose entre el verde, parece que el tiempo se detiene. Vimos a un espalda plateada estirándose con calma mientras un joven gorila jugueteaba a su lado, con hojas pegadas en la espalda. Estás tan cerca que casi puedes oír cómo mastican. Las cámaras no paran, pero yo me quedé un momento simplemente disfrutando el momento. Los guardabosques nos mantienen a una distancia respetuosa y nos cuentan historias sobre Dian Fossey y todo lo que ha cambiado desde sus días aquí.
De vuelta en el inicio del sendero al mediodía, todos estamos embarrados pero sonriendo. El almuerzo es sencillo—pollo a la parrilla y plátanos en un local cerca de Kinigi. Más tarde, visitamos la Aldea de los Guardianes de Gorilas. Apenas llegamos, empiezan a sonar los tambores; alguien me pasa una cesta tejida para que intente hacer un poco de tejido (soy un desastre). El lugar vibra de vida—niños riendo, humo de las cocinas que se eleva hacia el cielo de la tarde. Ya por la tarde volvemos en carretera a Kigali, cansados pero emocionados por todo lo vivido.
La caminata puede ser exigente—espera terreno irregular y zonas con barro. Se requiere un nivel medio de condición física, pero los guías adaptan el ritmo para todos.
Usa botas de senderismo resistentes y pantalones largos; lleva ropa impermeable por si llueve. Proporcionan agua y snacks, pero si quieres, lleva algo extra.
¡Sí! Puedes hacer fotos y videos siempre que no uses flash y sigas las indicaciones de los guardabosques sobre distancia y seguridad.
Este tour no es recomendable para personas con problemas cardíacos o de columna, ni para embarazadas, debido al esfuerzo físico que implica la caminata.
El día incluye agua embotellada, snacks, almuerzo cerca de Kinigi, todos los permisos para el trekking de gorilas, entrada a la Aldea de los Guardianes de Gorilas, y transporte con guía-conductor local experimentado desde y hacia el hotel.
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