Conoce a tu equipo en Playa Bávaro y navega por la costa de Punta Cana para hacer snorkel entre arrecifes de coral llenos de vida, luego acércate a tiburones y mantarrayas bajo supervisión experta. Termina relajándote en una piscina natural con bebidas y música, todo con transporte ida y vuelta incluido.
“¿Estás nervioso?” Me preguntó Ana del equipo mientras me entregaba el formulario en Playa Bávaro, y la verdad, un poco sí. La arena ya estaba calentita bajo mis pies, y algunos viajeros reían cerca de una cabaña a la sombra, intentando pronunciarse los nombres (yo todavía no logro hacer la erre bien). Nuestro guía, Julio, tenía esa habilidad de hacer que todos se sintieran tranquilos: bromeó sobre su quemadura de sol y luego explicó el plan: primero snorkel, y después lo más emocionante, tiburones y mantarrayas. Firmé con la mano un poco temblorosa, aunque no quería admitirlo.
El catamarán parecía más grande de lo que se veía desde la orilla. Sonaba música animada pero sin molestar, y el aire salado se sentía diferente al alejarnos de la costa. Recuerdo a Ana recogiendo su cabello antes de repartir el equipo de snorkel; me dijo algo sobre que “a los peces les gustan los colores llamativos” y me guiñó un ojo por mi camiseta de neopreno neón. Cuando finalmente nos metimos al agua para hacer snorkel, todo fue más silencioso de lo que esperaba. Se escuchaba tu propia respiración por el tubo y se veían destellos amarillos y azules moviéndose entre los corales. Alguien a mi lado quiso señalar un pez globo, pero se distrajo con un banco de pececitos plateados que giraban a nuestro alrededor como confeti.
Para ser sincero, el encuentro con tiburones y mantarrayas aceleró mi corazón. Julio decía que son “gigantes gentiles”, pero verlos deslizarse junto a tus piernas es otra historia. Los buzos estaban tranquilos, explicando todo en español e inglés (y un poco de francés para una pareja), siempre cerca por si necesitabas ayuda o simplemente querías flotar y aguantar la respiración. En un momento casi toco una mantarraya, pero me eché para atrás en el último segundo—sin arrepentimientos, solo con estar tan cerca ya fue suficiente.
Después navegamos hacia una zona poco profunda llamada la piscina natural—ahí la gente empezó a hablar más alto, quizás por el alivio o porque el ponche de ron ya hacía efecto. Parados hasta la cintura en agua cristalina, con una bebida fría en la mano y la música del barco de fondo… eso se me quedó grabado. Algunos jugaban a pasarse una pelota inflable; otros simplemente flotaban mirando las nubes que se movían despacio sobre el cielo de Punta Cana. No fue perfecto—mis gafas se empañaron un par de veces y perdí la toalla—pero eso hizo que todo se sintiera más auténtico.
Sí, el precio del tour incluye transporte ida y vuelta desde tu hotel.
Sí, niños desde 2 años pueden unirse, pero deben estar acompañados por un adulto hasta los 17 años.
La profundidad varía entre 2 y 4 metros en el sitio de snorkel cerca de Playa Bávaro.
Sí, hay barra libre con bebidas nacionales ilimitadas durante el crucero.
El equipo habla español e inglés; algunos también francés según las necesidades de los pasajeros.
No incluye almuerzo completo, pero sí ofrecen snacks y frutas tropicales durante el paseo.
No, no se requiere experiencia; buzos profesionales supervisan todas las actividades para garantizar la seguridad.
Por razones de seguridad, no se recomienda para mujeres embarazadas.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde hoteles en Punta Cana, todo el equipo de snorkel proporcionado por un equipo amable, snacks y frutas tropicales a bordo, barra libre con bebidas nacionales mientras navegas entre paradas, además de encuentros supervisados con tiburones y mantarrayas antes de regresar cómodamente a tu hotel.
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