Viaja de Praga a Salzburgo a tu ritmo, con coche privado, consejos locales de tu conductor en inglés y dos horas para empaparte del encanto de cuento de Cesky Krumlov.
La mañana en Praga aún tenía ese frescor típico cuando nuestro conductor llegó justo frente al hotel—sin tener que cargar maletas por calles empedradas ni esperar un taxi. El coche olía a tapicería nueva y a toallitas de limón (de verdad desinfectan bien), y en los portavasos nos esperaban botellas de agua. Nos acomodamos, el Wi-Fi conectó al instante, y en pocos minutos ya estábamos saliendo de la ciudad, viendo cómo el horizonte se quedaba atrás.
El campo checo pasaba a nuestro lado—manchas de flores silvestres, pueblos dormidos con tejados rojos y alguna panadería a pie de carretera que me hizo desear parar. Martin, nuestro conductor, nos contó leyendas locales y señaló unas ruinas de castillo en una colina lejana. Tras unas dos horas y media, llegamos a Cesky Krumlov. El pueblo parecía sacado de un cuento: callejuelas serpenteantes, fachadas pintadas, y el río Vltava abrazándolo todo. Tuvimos justo tiempo para subir al mirador del castillo (la piedra aún fresca por la lluvia de la noche), tomar un café en el Café Štrúdl—con aroma a canela y mantequilla—y ver cómo los locales montaban sus puestos en la plaza.
De nuevo en ruta, picamos unos pastelitos que Martin había guardado para nosotros. El paisaje cambió al cruzar a Austria—las colinas más empinadas, el aire más puro entrando por la ventana abierta. Ya por la tarde llegamos a Salzburgo, sintiéndonos más viajeros que turistas. Sin colas en el aeropuerto ni aglomeraciones en autobuses—solo nuestro ritmo y muchas historias recogidas en el camino.
Normalmente son unas dos horas en el pueblo—suficiente para pasear y tomar un café—pero si quieres más tiempo solo avisa a tu conductor con antelación para ajustar el horario.
¡Sí! El coche tiene Wi-Fi gratis (funcionó perfecto para nosotros), además de agua embotellada y algunos snacks ligeros, como pastelitos o galletas.
Tu conductor te ayudará a cargar y descargar las maletas en ambos extremos—no tendrás que cargar con nada pesado.
Los coches son accesibles para sillas de ruedas plegables—solo menciona esto al reservar para que lo tengan listo para ti.
Te recogerán directamente en tu hotel un conductor que habla inglés y conoce todos los atajos locales. Hay Wi-Fi gratis a bordo (ideal para compartir fotos), agua embotellada, snacks para el camino y seguro incluido. ¿Quieres recomendaciones para comer o qué no perderte en Cesky Krumlov o Salzburgo? Solo pregunta, estarán encantados de compartir sus favoritos.
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