Recorrerás lo mejor de Praga, desde senderos junto al río hasta parques en las alturas, con una bici eléctrica fácil de manejar y un guía que conoce todos los atajos y secretos. Es la forma perfecta de ver los lugares más famosos y descubrir joyas locales sin prisas ni cansancio.
Desde el primer momento se siente el latido de la ciudad: las bicis zumbando suavemente mientras arrancamos cerca de la Plaza de Wenceslao. El aire de la mañana traía ese aroma a pan recién horneado de una panadería cercana y el leve chirrido de los frenos del tranvía en la calle. Nuestra guía, Petra, nos saludó con una sonrisa y se aseguró de que todos lleváramos bien ajustado el casco antes de empezar.
Pedaleamos junto al río Moldava, esquivando a corredores y vecinos paseando a sus perros. Hay un lugar donde se huele el café que sale de una terraza junto al río, imposible no sonreír. Subir al Parque Letná con la bici eléctrica fue casi un juego. Arriba, Petra nos señaló el viejo metrónomo que marca el tiempo donde antes estuvo la enorme estatua de Stalin. Desde ahí se ven las tejados de Praga extendiéndose bajo un cielo cambiante, y cuesta no pararse a sacar fotos o simplemente respirar y disfrutar.
Entre Letná y Strahov hicimos una parada para beber en un quiosco pequeño que vendía limonada casera. Los niños locales pasaban zumbando en patinetes mientras nosotros admirábamos los bebés de bronce de David Černý gateando por la Isla Kampa; la verdad, son aún más extraños en persona que en las fotos. Petra nos contó historias del barrio del castillo mientras cruzábamos patios tranquilos y muros antiguos. Pasar bajo el Puente Carlos fue casi mágico; se escuchaban músicos callejeros arriba y cisnes deslizándose por el agua abajo.
La última parte del recorrido nos llevó de vuelta a la Plaza de Wenceslao. Las piernas seguían frescas (gracias a la bici eléctrica), pero la cabeza llena de nuevas imágenes y relatos. Si quieres conocer Praga sin sudar la gota gorda y llevarte consejos locales, este circuito vale cada minuto.
¡Sí! Si sabes montar en bici normal, no tendrás problema. Las eléctricas son muy fáciles de usar y nuestros guías se aseguran de que todos estén cómodos antes de salir.
Solo ropa cómoda y zapatos cerrados. Nosotros te damos casco y bici. Una mochila pequeña para agua o snacks puede ser útil, pero no es obligatoria.
La edad mínima es 14 años y el peso máximo permitido es 120 kg por seguridad.
Claro, paramos en sitios con buenas vistas para fotos, descansar un poco o simplemente disfrutar del entorno (y a veces comprar algo a los vendedores locales).
Tu paseo incluye una bici eléctrica de calidad, casco y un guía local amable que te contará historias durante todo el recorrido. Solo necesitas ganas de aventura.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?