Escapa del ajetreo de Praga y adéntrate en el verde Dejvice con una ruta autoguiada de cerveza y comida. Probarás pivo clásico, compartirás tapas checas en bares auténticos, pasearás entre embajadas y villas, y descubrirás pequeñas historias en el camino — todo por menos de lo que imaginas. Un plan para recordar cada vez que te apetezca queso frito o escuchar risas en checo.
Confieso que no estaba seguro de si una ruta de cerveza y comida autoguiada podría sentirse realmente local, pero la Anti Tour Praga me sorprendió. El primer reto fue entender el metro (las indicaciones de Jim lo hicieron mucho más sencillo de lo que esperaba), y de repente estábamos fuera del bullicio turístico, bajo esos árboles antiguos en Dejvice. Olía a lluvia sobre el asfalto, aunque aún no había caído ni una gota. Había una calma especial — no silencio, pero sí se escuchaba a gente charlando en checo desde las ventanas abiertas arriba.
La guía digital era como tener a alguien que te va guiando — “gira aquí,” “pide eso.” En el primer bar intenté decir “pivo” bien y el camarero sonrió (quizá por mi acento). La cerveza estaba fría y tenía un toque herbáceo que me gustó más de lo que esperaba. Compartimos queso frito con salsa tártara que me dejó los dedos pringados; la verdad, todavía pienso en ese snack. Caminando entre paradas, pasamos por villas impresionantes y edificios de embajadas — nada que ver con la Praga que imaginaba. Mi pareja no paraba de hacer fotos a las puertas. Nadie nos apuró.
Más adelante, la guía nos indicó mirar hacia arriba para ver un detalle Art Nouveau que fácilmente se te escapa si solo piensas en la próxima cerveza. Cuando llegamos a Bubenec para probar cervezas artesanas y una comida checa de verdad (el cerdo asado estaba tan tierno), sentí que habíamos entrado en la rutina de alguien más por una tarde. Costó menos que una cena en casa, y eso considerando cuánto comimos y bebimos. Terminamos con cervezas experimentales con un sabor casi floral — no sé si las pediría otra vez, pero me alegro de haberlas probado.
La ruta está pensada para durar unas 3 horas a un ritmo tranquilo.
Sí, una sola descarga digital puede usarse para todo tu grupo de viaje.
El recorrido pasa por el barrio Dejvice y llega hasta el cercano Bubenec en Praga.
No, la compra es solo de la guía digital; la comida y bebida se pagan en cada parada.
Sí, empezarás tomando el metro desde el centro de Praga hasta Dejvice con las indicaciones de Jim.
Bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante el paseo.
Sí, los animales de servicio están permitidos en todo el recorrido.
No se recomienda para embarazadas debido a las paradas con alcohol.
Tu experiencia incluye una descarga digital inmediata de la revista Anti Tour: una ruta autoguiada de cerveza, historia y comida por los barrios Dejvice y Bubenec de Praga con instrucciones paso a paso, consejos locales sobre qué pedir en cada parada, sugerencias fotográficas, además de indicaciones para usar el transporte público desde el centro — todo listo para usar en tu móvil apenas reserves.
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