Recorrerás callejones ocultos de Praga con un guía local, haciendo paradas en cuatro bares históricos con bebida incluida en cada uno. Prepárate para reír con historias increíbles, descubrir rincones perfectos para fotos cerca del Puente de Carlos y quizás hacer nuevos amigos—no es solo un tour, es una noche para recordar.
Confieso que no esperaba reír tanto en un tour histórico. Pero desde que pisamos la Ciudad Nueva de Praga, nuestro guía (Marek, con su bufanda gastada del Slavia Praha y conocido por todos) nos tenía sonriendo con historias de presidentes que se pasaban con la pilsner y estrellas de cine perdidas en callejones laberínticos. La ciudad se sentía distinta de noche: adoquines brillantes por la lluvia ligera y ese olor a levadura flotando en el aire. Entramos al primer bar, casi sin señalizar, y parecía la sala de estar de alguien en 1890. Mi cerveza llegó fría y espumosa; intenté decir “Na zdraví” y seguro lo arruiné, pero Marek solo me guiñó un ojo.
El paseo entre bares era parte de la diversión. Nos colábamos por pasajes estrechos donde se escuchaban nuestros pasos rebotar en las paredes, para de repente salir a la Plaza de la Ciudad Vieja iluminada como un escenario. Cerca del Puente de Carlos, un hombre mayor tocando el acordeón nos saludó con la cabeza—Marek le lanzó una moneda y nos contó que ese puente guarda más secretos que políticos borrachos. En cada bar nos esperaba una bebida incluida: cerveza para mí, vino para mi amigo, y cada lugar tenía su propia atmósfera: uno con vigas de madera y locales tranquilos jugando a las cartas, otro con ventanas empañadas por risas y gente apretada dentro.
Cuando cruzamos a Malá Strana para la última parada, ya no sabía qué historia pertenecía a qué siglo. El bar final tenía papel tapiz rojo oscuro y un aroma suave a clavo; probé vino checo por primera vez (me sorprendió para bien) mientras Marek señalaba fotos en blanco y negro sobre la barra. Dijo algo sobre cómo Praga siempre cambia pero nunca cambia del todo, ¿sabes? Eso se me quedó grabado. Nos quedamos más tiempo del previsto porque nadie quería irse aún.
El tour incluye paradas en cuatro bares históricos en el centro de Praga.
Sí, en cada bar puedes elegir entre cerveza de barril (0.4-0.5L), vino de la casa, sidra o bebida sin alcohol.
Sí, recorrerás sitios emblemáticos como la Plaza de la Ciudad Nueva y el Puente de Carlos.
Sí, un guía local experto acompaña al grupo pequeño durante todo el recorrido por el centro de Praga.
No se especifican los idiomas de los guías; consulta con el proveedor si lo necesitas.
Se dedica unos 20 minutos en cada uno de los cuatro bares durante el tour.
No, solo se incluyen las bebidas en cada parada, no comida.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de los puntos de encuentro.
Tu noche incluye paseos guiados por Ciudad Nueva, Plaza de la Ciudad Vieja, zona del Puente de Carlos y Malá Strana—con entrada a cuatro bares históricos únicos y bebida a elegir entre cerveza, vino, sidra o refresco en cada parada, antes de volver a sumergirte en la noche de Praga.
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