Montarás caballos Paso Fino tranquilos en un rancho privado a las afueras de San Juan, guiado por expertos locales por senderos llenos de vegetación y lagunas escondidas. Escucharás historias sobre estos caballos puertorriqueños y terminarás la ruta en un bar de mojitos con vista, ideal para refrescarte y disfrutar del paisaje.
No esperaba ponerme nervioso al subir al caballo — al fin y al cabo, es solo montar, ¿no? Pero parado en Hacienda Campo Rico, con el aire pegajoso y dulce, entre el olor a pasto y algo más (¿caña de azúcar?), me di cuenta de que no estaba tan cerca de un caballo desde que era niño. Nuestro guía, Carlos, notó mi duda y acarició el cuello de su caballo. “Tranquilo, estos Paso Finos son más suaves que la salsa,” sonrió. Tenía razón. Cuando empezamos a andar, parecía que deslizábamos más que montábamos — sin sacudidas, solo un ritmo suave bajo el sol.
Los senderos serpenteaban entre palmas y un verde tan intenso que parecía irreal. En un momento paramos junto a una laguna — pájaros por todos lados, un garza caminando entre los juncos. Carlos nos contó cómo la raza Paso Fino forma parte de la historia de Puerto Rico (él lo explicó mejor en español; Li se rió cuando intenté repetirlo). Los caballos parecían orgullosos, moviendo las orejas cada vez que alguien nuevo hablaba. La excursión desde San Juan fue corta, pero al estar allá afuera parecía otro mundo.
Después de montar, las piernas me temblaban un poco — no de dolor, sino como si flotaran. Terminamos en un bar de mojitos en la cima de una colina que parecía sacado de una postal antigua: colores vivos, la brisa fresca bajando de las montañas, menta recién machacada en cada trago. Sentado ahí con las botas aún polvorientas y un vaso frío en la mano… no sé, fue algo especial. A veces todavía recuerdo esa vista cuando el ruido de la ciudad me agobia.
El rancho queda a pocos minutos en auto desde San Juan; los viajeros deben llevar su propio transporte.
No, no se ofrece transporte; los huéspedes llegan por su cuenta siguiendo indicaciones GPS.
La edad mínima es 8 años; menores de 18 deben ir acompañados por un adulto.
Sí, el uso de casco está incluido para todos los jinetes durante el tour.
No incluye comidas; en el bar de mojitos puedes comprar bebidas después de la ruta.
Máximo 4 personas por reserva; grupos más grandes se dividen en varios turnos.
Se usan caballos Paso Fino bien entrenados y hay una charla de seguridad; se recomienda buena condición física.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye un paseo guiado a caballo con caballos Paso Fino bien entrenados y casco, impuestos locales, y tiempo para relajarte en el bar de mojitos en la cima de la colina tras la aventura. Recuerda que debes organizar tu propio transporte al rancho antes de iniciar el tour.
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