Montarás caballos dóciles por los verdes senderos de Hacienda Campo Rico cerca de San Juan, guiado por locales que conocen cada historia detrás de esos campos. Disfruta momentos de paz, avistamientos de fauna nativa y apoyo si eres principiante. Con recogida en hotel desde zonas céntricas de San Juan, es fácil desconectar unas horas y respirar el campo puertorriqueño.
Lo primero que me llamó la atención en Hacienda Campo Rico fue cómo el sol iluminaba la hierba — un tono dorado y verde al mismo tiempo, como si alguien hubiera subido el brillo a la vida real. Nuestro guía, Roberto, tenía esa tranquilidad de quien lleva años entre caballos y turistas. Me entregó las riendas de una yegua castaña llamada Canela (me gustó el nombre, que significa canela) y antes de que pudiera pensarlo mucho, ya estábamos en marcha. La silla crujía bajo mí y recuerdo pensar en lo distinto que se escuchaba todo sin estar en un coche — solo cascos sobre la tierra, pájaros entre los árboles y ráfagas de viento con un aroma dulce, casi como caña de azúcar.
Roberto seguía hablando mientras cabalgábamos entre colinas suaves y flores silvestres. Señaló un destello azul — creo que dijo que era un pájaro tody — y luego empezó a contarnos historias de los viejos tiempos de la hacienda. En un momento se detuvo para revisar mis estribos (no soy precisamente una experta montando) y me lanzó una sonrisa como diciendo: “Tranquila, ella sabe más que tú”. Y era verdad. El sendero se metía en zonas de sombra donde todo se sentía fresco por un rato, para luego volver al sol tan brillante que me hacía entrecerrar los ojos. Es curioso cómo el tiempo parece ir distinto cuando vas a caballo — más lento pero mucho más intenso.
No esperaba sentir tanta calma ahí afuera. Aunque había otros jinetes cerca (todos lo suficientemente separados), el silencio predominaba salvo por la voz de Roberto que se escuchaba de vez en cuando. En un punto se veía El Yunque a lo lejos, algo borroso pero inconfundible. Me sorprendí deseando quedarme más tiempo o quizá cambiar lugares con Canela por un día. Cuando finalmente regresamos a los establos, mis piernas temblaban pero la mente estaba más despejada que en mucho tiempo.
No hay una duración exacta, pero se trata de una salida por la mañana que incluye el traslado desde San Juan hasta Hacienda Campo Rico.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos para quienes se alojan en Isla Verde, Condado, Miramar y Viejo San Juan.
No, no se requiere experiencia previa; antes de salir te dan una pequeña clase básica de equitación.
Usa pantalones largos, camiseta, zapatos cerrados; lleva gafas de sol y protector solar. No se permiten trajes de baño ni ropa transparente.
La edad mínima es 8 años; los menores de 18 deben ir acompañados por un adulto.
Sí, el peso máximo permitido es de 109 kg (240 lbs) para cuidar el bienestar de los caballos.
No se recomienda para embarazadas ni personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Es posible avistar aves nativas y otros animales locales a lo largo de los senderos en Hacienda Campo Rico.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en zonas centrales de San Juan (Isla Verde, Condado, Miramar y Viejo San Juan), instrucción básica de equitación con entrenadores del rancho en Hacienda Campo Rico, y guía durante el paseo por senderos privados llenos de naturaleza antes de volver a tu hotel.
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