Te recibirán en el aeropuerto o puerto de San Juan con un chofer bilingüe amable que se encargará de tu equipaje y te llevará en un sedan privado moderno. Disfruta del aire acondicionado, caminos suaves por las zonas de Puerto Rico y una charla amena o silencio si prefieres. Al final, te sentirás menos como un extraño y más como si ya hubieras empezado tu viaje.
¿Soy yo o aterrizar en el aeropuerto de San Juan siempre se siente como entrar en otro ritmo? Recuerdo el aire húmedo pegándose a la piel mientras esperaba junto a la cinta de equipaje, aún medio dormido después del vuelo. Entonces apareció Luis, mi chofer, con un cartelito con mi nombre (bien escrito, algo raro). Me saludó en español primero y luego cambió al inglés al ver mi cara de desconcierto. Supongo que se nota quién es local y quién no por los zapatos.
Salimos con mi maleta más allá de las filas de taxis —la gente ya parecía cansada y acalorada— directo hacia un sedan negro brillante que estaba justo al frente. El carro olía a algo limpio, casi cítrico. Adentro todo era aire fresco y asientos cómodos. Luis me preguntó si quería música (“¿reggaetón o salsa?”), y cuando dudé solo sonrió y puso algo suave. El camino fuera de San Juan fue más tranquilo de lo que esperaba; sin frenazos bruscos ni atajos raros. Me señaló dónde se asomaban los muros de la ciudad vieja entre el tráfico, me contó de su playa favorita en Dorado (que aún no conocía) y me explicó por qué aquí se toca tanto la bocina —al parecer no siempre es por enojo.
No me di cuenta de lo lejos que habíamos llegado hasta que el ruido de la ciudad se apagó y afuera había más palmeras que edificios. Hablamos de todo, desde huracanes hasta dónde comer un buen mofongo (su consejo: pide extra ajo). El motor híbrido apenas hacía ruido, algo raro después de tanto caos aeroportuario. En algún momento caí en cuenta de que no me preocupé ni una vez por el camino o si mi maleta cabría —el maletero se la tragó entera, más dos bolsas que probablemente no necesitaba.
Cuando llegamos cerca de Rincón, el sol estaba bajo y todo se veía dorado. Luis me ayudó con las maletas sin hacer mucho ruido, solo un gesto y un “bienvenido”. Es curioso cómo un simple viaje por Puerto Rico puede sentirse como una verdadera bienvenida y no solo un traslado. Todavía recuerdo esa primera bocanada de aire marino al salir —salado, denso, pero de alguna forma más ligero que lo que traje del avión.
Sí, los transfers privados operan las 24 horas, todos los días de la semana.
El sedan acomoda cómodamente hasta tres piezas de equipaje.
Sí, los choferes hablan inglés y español con fluidez.
Puedes reservar entre aeropuerto/puerto/hotel/Airbnb de San Juan y cualquier pueblo dentro de la zona que elijas.
Sí, la recogida está disponible en hoteles, alquileres, aeropuertos y puertos de cruceros.
Un sedan moderno y amplio con vidrios polarizados y aire acondicionado dual; los vehículos son híbridos para menor impacto ambiental.
Se pueden proporcionar sillas infantiles especializadas bajo petición.
Elige la zona según el pueblo de destino; si dudas, usa el enlace al mapa online.
Tu viaje incluye transporte privado en un sedan híbrido ecológico con amplio espacio para equipaje, aire acondicionado completo, vidrios polarizados para mayor comodidad y recogida en hotel, Airbnb, aeropuerto o puerto de cruceros —todo con un chofer bilingüe listo para ayudarte en cada paso.
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