Recorrerás los senderos de la selva de El Yunque con un guía local, cruzarás ríos, nadarás en pozas escondidas bajo cascadas y probarás toboganes naturales. Incluye recogida en hoteles de San Juan y termina con almuerzo en los Kioscos de Luquillo—prepárate para zapatos embarrados y risas auténticas.
Empezamos a movernos antes de que terminara mi café: recogida justo afuera del hotel en San Juan, así que nada de preocuparse por manejar o buscar direcciones. El camino fue tranquilo al principio, solo el murmullo de las primeras charlas y la lluvia golpeando las ventanas. Cuando llegamos a la selva de El Yunque, todo afuera parecía un verde imposible. Nuestro guía, Luis, repartió chalecos salvavidas y bromeó sobre que “los zapatos de ciudad no sobrevivirían” (tenía razón, mis tenis aún están secándose). El aire olía a hojas mojadas y a algo dulce que no supe identificar.
La caminata no fue lo que esperaba: más un trekking por ríos que un paseo. A veces cruzábamos el agua fría hasta las rodillas, trepando sobre piedras resbaladizas pero extrañamente suaves bajo los pies. Luis nos mostró pequeños coquíes escondidos en el musgo (hacen mucho ruido para su tamaño) y se detuvo para enseñarnos una flor que llamó “la flor de maga”. Hubo un momento mágico cuando llegamos a una cascada pequeña: la luz del sol atravesaba los árboles en rayos, y todos nos quedamos en silencio un instante. No pensaba lanzarme desde la roca a la poza, pero… ya saben, la presión del grupo. Choque frío y luego risas que rebotaban en la piedra.
La última parte fue una locura: columpios de cuerda hacia aguas más profundas, deslizarnos por toboganes naturales pulidos por años de uso. Mis manos aún olían a barro del río. Terminamos llenos de barro y felices, y luego nos fuimos a comer a los Kioscos de Luquillo (mofongo con camarones al ajillo — dedos salados y deliciosos). Luis se burló de mi acento en español, pero me ayudó a pedir. El regreso fue más lento; piernas cansadas, todos un poco callados salvo alguien tarareando reguetón suave detrás de mí. A veces haces algo que se queda contigo más de lo que imaginas.
La excursión dura unas 8 horas en total, con alrededor de 3.5 horas dentro de la selva más el tiempo de transporte y almuerzo.
Sí, la recogida es gratuita desde hoteles y zonas seleccionadas en San Juan como Viejo San Juan, Condado e Isla Verde.
Usa traje de baño bajo ropa cómoda; lleva zapatos de senderismo o acuáticos con buen agarre, una toalla, ropa extra y viaja ligero.
Los participantes deben tener al menos 7 años y buena condición física; no es apto para personas con problemas de movilidad o ciertas condiciones de salud.
No, el almuerzo en los Kioscos de Luquillo o en un restaurante cercano no está incluido; lleva efectivo o tarjeta para pagar.
No, los tours son en inglés y español, pero es necesario entender alguno de los dos por seguridad.
Caminarás por senderos en la selva, cruzarás ríos, nadarás en pozas bajo cascadas, saltarás desde acantilados, usarás columpios de cuerda y toboganes naturales.
Sí, cruzarás ríos y nadarás en pozas naturales, así que prepárate para mojarte por completo.
Tu día incluye recogida y regreso gratis desde zonas seleccionadas en San Juan (Viejo San Juan, Condado o Isla Verde), todo el equipo de seguridad necesario como chalecos salvavidas, agua embotellada y snacks ligeros. Contarás con un guía local certificado que te acompañará en cada paso—desde las caminatas por la selva hasta los baños en cascadas—antes de parar a almorzar en los Kioscos de Luquillo (el costo de la comida no está incluido).
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