Vive el lado salvaje de Puerto Rico en esta aventura en grupo pequeño por El Yunque: senderos embarrados, coquíes cantando, toboganes naturales y saltos con un guía local que mantiene todo relajado y seguro. Incluye recogida en hotel en San Juan para que solo llegues listo para la aventura.
Ya estábamos dando botes en la van saliendo de San Juan antes de que el café me hiciera efecto. Nuestro guía, José, señalaba pueblitos por el camino — conocía cada historia detrás de cada tramo. Iba viendo puestos de frutas coloridas y destellos de verde que se volvían más intensos cuanto más cerca estábamos de El Yunque. El aire también cambió, más denso y dulce, como hojas mojadas después de la lluvia (aunque aún no había llovido). Alguien preguntó si siempre olía así de fresco aquí. José sonrió y dijo: “Así sabes que estás cerca.”
La caminata empezó embarrada — no voy a mentir, casi pierdo un zapato en los primeros diez minutos. Pero en realidad eso fue parte de la diversión. Avanzamos entre árboles densos donde la luz del sol se colaba en rayas raras. En un momento, José nos detuvo para mostrar unos pequeños coquíes escondidos bajo las hojas; hizo un silbido y juraría que respondieron. Hubo un instante en que todo quedó en silencio, solo los sapitos y el sonido de nuestros pasos en el barro. Creo que ese sonido lo voy a recordar más que cualquier foto.
Cuando llegamos a la poza del río, no hubo discursos — solo casco puesto y directo al tobogán natural tallado por el agua durante años. Desde arriba parecía mucho más alto que seis metros. El corazón me latía tan fuerte que casi me echo para atrás, pero todos animaron (creo que alguien grabó mi cara). Después vino el salto desde el acantilado o simplemente flotar en el agua fría mientras José bromeaba diciendo que los citadinos gritan más fuerte que los locales. Algunos se quedaron sentados en las rocas con los pies colgando — nadie nos apuró ni nos llevó de prisa.
El regreso fue más tranquilo; tal vez todos estábamos cansados o pensando en lo diferente que es ver Puerto Rico así, no desde la ventana de un bus o en historias de Instagram. Tenía barro en las piernas y olor a río en el pelo cuando nos dejaron en San Juan — ni me molestó. Si buscas un tour por El Yunque que se sienta auténtico, sin aglomeraciones ni prisas, este es el indicado.
El recorrido dura unas 3 horas dentro de El Yunque, más el tiempo de traslado desde San Juan.
Sí, el transporte desde San Juan está incluido con la reserva.
Los participantes deben tener al menos 7 años y buena condición física moderada; la edad máxima recomendada es 65 años si están saludables.
Caminar por senderos embarrados, nadar en pozas, probar toboganes naturales, saltar desde acantilados y columpiarse en cuerdas, todo con guía y seguridad.
No hace falta traer nada; chalecos salvavidas y cascos están incluidos en el tour.
Máximo 11 personas por vehículo con un guía para que la experiencia sea más personalizada.
No se ofrece almuerzo, pero sí snacks y agua embotellada.
Este tour no es recomendado para personas con problemas cardiovasculares o de espalda; mujeres embarazadas no pueden participar.
Tu día incluye recogida en tu hotel en San Juan, entradas a El Yunque, equipo de seguridad como chalecos y cascos, agua y snacks, además de un guía local amable que mantiene los grupos pequeños —máximo 11 personas— para evitar aglomeraciones y asegurar atención antes de regresar juntos a San Juan.
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