Recorrerás el centro de Porto con un guía local, probando cremosos pasteles de nata, sabrosas bifanas y crujientes bolinhos de bacalao. Risas con vinho verde, historias de monumentos antiguos y esos pequeños momentos —como los dedos pegajosos por el higo— que se quedan contigo mucho después.
“No te apresures en el primer bocado — déjalo derretirse,” sonrió Ana mientras me entregaba un pastel de nata aún tibio frente al Coliseu. Lo intenté, pero la mezcla de canela y masa recién horneada era irresistible. Nuestro tour gastronómico por Porto arrancó justo en el corazón de la ciudad, donde el tráfico murmura y los viejos discuten animados tomando café. Ana nos llevó hacia un puesto del mercado repleto de naranjas y bacalao salado. Conocía a todos — en un momento paró en medio de una historia para abrazar a un vendedor que le entregó un higo (y luego a mí). Nunca había probado un higo así: dulce pero con un toque terroso, y dedos pegajosos para las siguientes calles.
Recorrimos callejuelas estrechas donde la ropa tendida bailaba sobre nuestras cabezas y en algún rincón siempre sonaba fado en una radio antigua. Luego llegó la bifana — cerdo finito con especias, pan suave que absorbía cada jugo. Intenté pronunciar “bifana” con acento, y Ana se rió tanto que casi se le cae la cerveza. También probamos vinho verde, frío y burbujeante, con un sabor casi “verde”, si eso tiene sentido. Pasamos por la Torre de los Clérigos pero no subimos (mis piernas me lo agradecieron), solo nos quedamos bajo su sombra mientras Ana contaba por qué los locales la llaman “la aguja.”
El Centro Portugués de Fotografía me sorprendió — no solo cámaras detrás del cristal, sino historias de fotógrafos que capturaban imágenes en secreto durante la dictadura. Esa parte me quedó grabada más de lo que esperaba. Cuando llegamos a los bolinhos de bacalao (crujientes por fuera, suaves por dentro) y al vino de Oporto añejo, mis pies estaban cansados pero me sentía como en casa en las bulliciosas calles de Porto. Hay algo en compartir bocados con desconocidos que te hace sentir menos turista y más parte del lugar, aunque sea por unas horas, ¿sabes?
El tour incluye 8 degustaciones diferentes con comidas y bebidas clásicas portuguesas.
Sí, incluye bebidas como té o café, agua, cerveza local, vinho verde y vino de Oporto añejo.
El tour empieza en el centro de Porto, frente al Coliseu.
El tour ofrece varias degustaciones que en conjunto forman una comida completa.
Debes contactar al proveedor con antelación para comentar cualquier requerimiento dietético y así intentar adaptarlo.
Sí, se camina bastante; se recomienda llevar calzado cómodo.
El recorrido incluye paradas cerca de la Torre y la Iglesia de los Clérigos, así como el Centro Portugués de Fotografía.
El tour es apto para todos los niveles físicos; consulta directamente las políticas de edad para degustaciones con alcohol.
Tu día incluye ocho degustaciones únicas — como los hojaldrados pasteles de nata, tiernas bifanas con el punto justo de especias, tradicionales bolinhos de bacalao y especialidades en conserva — además de té o café para empezar y bebidas locales como vinho verde o vino de Oporto añejo durante el paseo. Todo guiado por un local amable que conoce cada atajo entre bocado y bocado.
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