Pedalea por los barrios ribereños de Porto y cruza puentes históricos con un guía local. Disfruta del aire salado en la playa de Matosinhos, paradas tranquilas en parques y muchas oportunidades para charlar o hacer fotos. Este tour privado en bici te muestra más de Porto que caminando — y te deja con esa sensación buena de cansancio.
Ya íbamos bajando por un callejón estrecho en Miragaia cuando me di cuenta de cuánto se percibe más desde una bici: el tintinear de copas que se escapa de pequeños restaurantes, el aroma del pan recién horneado detrás de esas fachadas de azulejos. Nuestro guía, João, nos iba contando la historia de Porto sin sonar para nada a discurso aprendido. Señaló el antiguo museo del tranvía (que yo ni habría visto), y más tarde paramos junto al puente de Arrábida, donde nos explicó que en su día tuvo el récord mundial por su arco de hormigón. No soy muy fan de los puentes, pero estar bajo esa curva gigante con el río justo al lado… se siente distinto en persona.
El viento se levantó mientras pedaleábamos hacia la playa de Matosinhos, fresca y salada aunque el sol brillaba. Pasamos junto a pescadores remendando redes cerca de Afurada, y traté de saludarlos en portugués; uno sonrió y respondió tan rápido que solo pude reírme. Hay un tramo donde vas junto a jardines llenos de chopos negros y de repente estás frente al Atlántico, con arena por todas partes y surfistas cruzando la carretera con sus tablas. Ya empezaba a notar las piernas, pero João siempre preguntaba si queríamos parar o hacer fotos (y lo hicimos, muchas). El tour privado en bici fue muy relajado, sin prisas.
Sigo pensando en ese tramo tranquilo por el Parque da Cidade de Porto. Es enorme: lagos con patos deslizándose, familias haciendo picnic bajo los árboles, niños persiguiéndose en patinetes. Por un momento no parecía que estuviéramos en una ciudad. Todo duró unas tres horas, pero el tiempo se volvió extraño; a ratos parecía volar, a ratos se ralentizaba. Al final, mis manos olían a metal por el manillar y tenía hambre para almorzar — quizá por eso todo supo tan bien después.
El recorrido dura aproximadamente 3 horas.
Sí, visitarás la playa de Matosinhos durante la ruta.
Sí, un guía local acompaña todo el recorrido.
Las bicicletas y cascos están incluidos para todos los participantes.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados por un adulto; hay asientos para bebés hasta 5 años.
El punto de inicio está cerca del Centro Portugués de Fotografía.
Verás el puente de Arrábida y el puente Dom Luis I durante el recorrido.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar de inicio.
Tu mañana incluye bicicleta y casco de calidad, agua embotellada para mantenerte hidratado, todos los impuestos y tasas incluidos, y un guía local relajado que compartirá historias mientras pedaleas desde las riberas hasta las playas atlánticas y regresas al centro.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?