Sube a un velero privado en Porto, deslízate bajo los puentes de la ciudad con tu grupo, prueba tres tipos de vino de Oporto más una bebida sorpresa, y escucha historias de la tripulación local mientras pasas por lugares como la Torre de los Clérigos y la Catedral de Porto. Risas, brisa del río y una forma única de ver Porto que te quedará grabada.
Jamás olvidaré cuando pisé esa cubierta de madera en la Marina del Duero — el aire tenía esa mezcla de frescura del río y un toque dulce, tal vez de las panaderías cercanas. Nuestro capitán, Miguel, sonreía como si hubiese esperado toda la semana para mostrarnos su rincón favorito de Porto. Partimos bajo el enorme Puente de Don Luis I (desde abajo parece aún más imponente), y la ciudad se desplegaba en capas de casas con azulejos y cuerdas de ropa al viento. Intentaba sacar fotos, pero la verdad, era mejor dejar que todo pasara ante mis ojos.
¿Lo mejor? Miguel nos sirvió la primera copa antes de salir de la marina — un vino blanco de Oporto, tan frío que el vaso sudaba. Contó historias de las antiguas bodegas en la ribera de Vila Nova de Gaia; su tío trabajó en una de ellas durante cuarenta años. El río estaba tranquilo salvo por un par de gaviotas que se perseguían riendo cerca de la proa. En un momento, mi amiga intentó pronunciar “Clérigos” como local — todos nos reímos (incluido Miguel), así que esa torre de la iglesia siempre me recordará su acento.
Navegamos junto a la Catedral de Porto y esos jardines del Palacio de Cristal — se olía el eucalipto cuando cambiaba el viento. La música la elegimos nosotros (Miguel nos dejó escoger), pero al rato solo escuchábamos el agua golpeando el casco. Al final hubo una bebida sorpresa (sin spoilers), y aún no sé qué era, pero sabía a tardes de verano. El sol empezó a esconderse cuando llegamos a Foz do Douro, donde el río se encuentra con el océano — pensé en lo distinto que se ve todo desde aquí, lejos del bullicio y los adoquines. Parecía que el tiempo se detenía… o tal vez era el vino hablando.
No hay un tiempo exacto, pero suelen durar entre 2 y 3 horas según lo que prefiera el grupo.
Sí, disfrutarás de tres tipos de vino de Oporto más una bebida sorpresa durante el crucero.
La salida es desde la Marina del Duero en Porto.
Sí, los bebés son bienvenidos pero deben ir en el regazo de un adulto durante el paseo.
Pasarás por el Puente de Don Luis I, la Catedral de Porto, la Torre de los Clérigos, los jardines del Palacio de Cristal y las bodegas de Vila Nova de Gaia.
No se menciona recogida en hotel, pero se puede organizar transporte privado tipo Uber o Bolt si lo necesitas.
Sí, puedes enviar tu lista de Spotify antes para que la música sea personalizada durante el crucero.
Sí, el barco cuenta con tripulación certificada que garantiza seguridad y hospitalidad local durante todo el viaje.
Tu día incluye embarque en la Marina del Duero con todos los gastos cubiertos, cuatro bebidas por persona (tres vinos de Oporto y una sorpresa), música personalizada si quieres (solo envía tu lista antes), seguro completo para tu tranquilidad y una tripulación certificada y amable que conoce sus vinos y la ciudad a fondo — además te ayudan a organizar transporte privado si lo necesitas.
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