Recorre la costa oeste de Madeira en un coche clásico con un guía local, deteniéndote a probar poncha en Câmara de Lobos, disfrutando del ambiente de pueblo por carreteras estrechas, contemplando el Atlántico desde la pasarela de cristal de Cabo Girão y haciendo una pausa para un café con vistas a la montaña. Un plan relajado y lleno de momentos auténticos, ideal para sentir la isla y no solo verla.
Apenas nos habíamos metido en el viejo Renault 4L — verde como las hojas de plátano que veíamos afuera — cuando João nos sonrió y preguntó si ya habíamos probado la poncha. Lo dijo como si fuera un ritual imprescindible. Paramos en Câmara de Lobos, un pueblo de pescadores donde parecía que todos se conocían (João saludó a tres personas antes de aparcar). El bar olía a mezcla dulce y cítrica de caña de azúcar y ron. Intenté decir “saúde” bien pero seguro que lo dije mal — João se rió y sirvió otra ronda. Ese primer sorbo quemaba un poco, pero calentaba rápido.
La carretera hacia el oeste serpenteaba entre casitas blancas con tejados rojos — a veces se veían terrazas de plátanos y viñas enredadas junto a los muros de piedra. Nuestro coche clásico traqueteaba sobre los adoquines, algo que no me molestaba; parecía que la isla nos despertaba con cada bache. En un momento pasamos junto a una mujer que vendía verduras desde su entrada. Sin decir palabra, le pasó un tomate a João. Aún recuerdo sus manos — fuertes y tostadas por el sol.
Cabo Girão apareció de repente — solo acantilados y de pronto una plataforma de cristal suspendida a 580 metros sobre el mar. Estar ahí me hizo temblar las piernas (se ve el océano directo abajo). El viento nos azotaba y alguien detrás de mí soltó una risa nerviosa. João nos contó historias de cómo cultivan uvas en esas pendientes imposibles; no me imagino cómo lo hacen. Luego paramos en un mirador para tomar café — nada sofisticado, solo sillas de plástico y el aroma del espresso mezclado con el aire del mar. Todo fue con calma, como si el tiempo solo importara a las nubes que se acercaban.
El tour de medio día dura unas 3 horas por la mañana.
Puedes elegir entre un Renault 4L verde o un Jeep portugués UMM.
El tour incluye recogida para tu grupo.
El máximo es de 6 personas por viaje; grupos más grandes se pueden organizar con aviso previo.
No, la entrada a Cabo Girão no está incluida en el precio.
Sí, personas en silla de ruedas son bienvenidas en este tour.
Podrás probar poncha y parar para tomar café o refrescos en miradores.
Sí, se permiten animales de servicio en este tour.
Tu mañana incluye recogida y regreso al hotel en Madeira, todos los impuestos y tasas cubiertos por tu guía local, paradas para probar poncha en Câmara de Lobos (bebidas no incluidas), tiempo en la pasarela de cristal de Cabo Girão (entrada aparte), paseos escénicos por pueblos y valles, además de pausas relajadas para café o refrescos antes de regresar al mediodía.
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