Empieza tu día recorriendo la península salvaje de Madeira con un guía local, observando aves raras y descubriendo historias del faro más antiguo de 150 años. Haz una pausa para nadar en las aguas cristalinas de Cais do Sardinha antes de volver a Machico — una experiencia que recordarás cada vez que sientas la sal en tu piel.
Lo primero que me llamó la atención fue el color — no verde como el resto de Madeira, sino un oro seco y óxido, casi marciano. Salimos de Machico con nuestro guía Rui, que creció cerca y parecía conocer cada roca por su nombre. Señaló un cernícalo que volaba en círculos (yo ni lo habría visto), y el viento traía ese olor salado que se quedó en mi nariz por un buen rato. El camino era áspero en algunos tramos, pero nada extremo — justo lo necesario para sentir que estás en otro mundo.
No esperaba que el faro fuera tan… sólido. Tiene 150 años, es el más antiguo del archipiélago, y se alza al borde del acantilado como conteniendo el aliento. Rui nos contó historias de naufragios y cómo su abuelo pescaba en estos acantilados antes de que se convirtieran en reserva. A lo lejos, entre la bruma, se veía el Ilhéu do Desembarcadouro, y traté (sin éxito) de pronunciarlo — Rui se rió mucho con eso. Gaviotas chillaban sobre el viento y pequeñas lagartijas corrían entre las rocas si mirabas con atención.
De regreso paramos en Cais do Sardinha. El agua era tan transparente que veía mis dedos aunque me metiera hasta las rodillas — fría, sí, tanto que me hizo jadear, pero valió la pena después de la caminata. Algunos se quedaban sentados en las rocas comiendo bocadillos; no los culpo. Hay algo en secarse al sol con la piel salada que te hace olvidar que existen los correos electrónicos.
Sigo pensando en esa vista desde el faro — esos acantilados que caen al azul, sin nada entre tú y África más que mar y cielo. Si buscas una excursión desde Machico que sea auténtica y un poco salvaje (para bien), esta ruta al faro es perfecta.
La caminata suele durar varias horas ida y vuelta desde Machico, incluyendo paradas para disfrutar las vistas y nadar en Cais do Sardinha.
Sí, durante el regreso hay tiempo para nadar en las aguas transparentes de Cais do Sardinha.
Podrás ver plantas endémicas de Madeira, aves como cernícalos y bisbitas, además de muchas lagartijas a lo largo del camino.
No, no hace falta experiencia previa; es apta para todos los niveles según la información del tour.
Sí, un guía local acompaña al grupo y comparte datos sobre la fauna y la historia del lugar.
La caminata empieza cerca de Machico, en la isla de Madeira.
Sí, los animales de servicio están permitidos en esta ruta.
Es el faro más antiguo del archipiélago de Madeira, con más de 150 años, ubicado en un acantilado espectacular.
Tu día incluye una caminata con un guía local experto por la península única de Madeira, visitas a lugares históricos como el faro de 150 años, tiempo para observar aves y plantas en senderos volcánicos, y un refrescante baño en Cais do Sardinha antes de regresar a Machico.
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