Sentirás la brisa atlántica mientras aprendes a surfear en las playas de la costa norte de Madeira con todo el equipo incluido. Calienta en la arena volcánica oscura, recibe consejos de instructores locales como Ruben y atrapa tu primera ola rodeado de acantilados impresionantes. Prepárate para reír, llevar salitre en el pelo y vivir pequeñas victorias que recordarás siempre.
Lo primero que me llamó la atención fue el olor: salado, intenso, casi metálico, traído por el Atlántico y mezclado con protector solar y neopreno. Acabábamos de llegar a una playa en la costa norte de Madeira (creo que Ruben la llamó Praia do Seixal) y la arena era más oscura que cualquier otra que hubiera visto. Ruben me pasó un traje de neopreno—sonrió cuando me costó cerrar la cremallera—y me explicó que el agua aquí está más fría de lo que parece. No se equivocaba. El traje se sentía raro al principio, como un abrazo un poco apretado, pero en un minuto ya ni lo notaba.
Empezamos con un calentamiento en la arena, estirando mientras Ruben señalaba dónde rompían las olas más seguras para principiantes. Me habló de la etiqueta del surf—quién tiene prioridad y esas cosas—que al principio me puso nervioso (¿y si la liaba?). Pero luego se rió y dijo que todos se caen al principio, incluso él. Un par de locales nos miraban desde sus toallas; un niño me dio un pulgar arriba cuando intenté remar por primera vez. El sonido de las olas es más fuerte cuando estás tumbado en la tabla que en la orilla—un ritmo casi relajante una vez que te acostumbras.
Logré ponerme de pie unos dos segundos antes de caer de cara al agua. Salitre en la nariz, el pelo pegado por todas partes—pero salí riendo. Ruben me animaba desde su tabla y gritó algo en portugués que ojalá entendiera (creo que era un “bien hecho”). Al final, tenía los brazos como gelatina y las mejillas me dolían de tanto sonreír. La vista hacia los acantilados es algo que todavía recuerdo—aquel contraste entre colinas verdes y la arena negra volcánica bajo tus pies.
Sí, las clases están pensadas para todos los niveles, incluso para quienes nunca han surfeado.
Sí, todo el equipo necesario para surfear está incluido en la clase.
Las clases suelen hacerse en las playas de la costa norte de Madeira, como Praia do Seixal.
No se especifica la duración exacta, pero incluye calentamiento, instrucciones, práctica en el agua y estiramientos al final.
Sí, cada sesión está guiada por instructores locales con experiencia, como Ruben.
Debes llevar bañador para usar debajo del traje de neopreno; el resto del equipo lo proporcionan ellos.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu día incluye todo el equipo de surf—traje de neopreno y tabla—y la guía de instructores locales que eligen los mejores lugares según las condiciones del día. Harás un calentamiento completo en la arena volcánica antes de lanzarte a olas suaves; aprenderás reglas de seguridad, técnicas de remo, cómo levantarte en la tabla, coger olas y estirar al final, para volver cansado pero feliz.
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