Recorre en bici eléctrica las siete colinas de Lisboa con un guía local, atravesando Alfama y Graça y haciendo paradas en miradores como el Miradouro da Senhora do Monte. Siente la esencia de la ciudad, desde mercados animados hasta callejones tranquilos, y deja que la brisa te ayude a subir esas cuestas que a pie serían imposibles.
Empezamos a pedalear desde Baixa, pasando junto a edificios con azulejos y el típico bullicio mañanero que se cuela por las ventanas abiertas. La bici eléctrica daba el empujón justo para que esas primeras cuestas empinadas parecieran casi fáciles—aunque mis muslos sí que notaron la subida hasta Graça. Nuestro guía, Rui, nos llamó desde una pequeña panadería donde el aroma a pan dulce flotaba en el aire. Bromeó diciendo que aquí los locales necesitan piernas fuertes o café bien cargado para sobrevivir. Y le creí.
Al doblar una esquina en Alfama, casi chocamos con un gato tomando el sol en los adoquines—Rui sonrió y dijo que probablemente era más viejo que media ciudad. Paramos en una lavandería pública donde dos mujeres frotaban la ropa al ritmo de sus brazos, riendo por algo que no logramos entender. Cerca hay un mercado de pescado; el aire salado se mezcla con el olor a sardinas a la parrilla que alguien cocina desde una ventana arriba. La ruta en bici eléctrica por Lisboa serpentea por estas callejuelas tan estrechas que casi puedes tocar las paredes.
La primera pausa real fue en el Miradouro da Senhora do Monte. No es solo una vista, es como entrar en una postal, aunque con adolescentes poniendo música a todo volumen y alguien vendiendo agua fría desde una caja. Intenté (y fallé) hacer una foto que captara la magia; al final solo me quedé un rato contemplando. Se ve toda Lisboa desplegada—tejas rojas, el río brillando, tranvías arrastrándose abajo. No esperaba sentirme tan pequeño y a la vez tan parte de todo.
Sigo pensando en lo fácil que fue subir esas colinas imposibles, pero también en cómo cada parada era como darle pausa al ritmo frenético de la ciudad—solo para nosotros. Los cascos eran un poco incómodos (mi pelo nunca se recuperó), pero ¿sabes qué? Lo haría de nuevo mañana sin dudar.
El tour dura aproximadamente 3 horas de principio a fin.
Sí, es para todos los niveles y las e-bikes facilitan las subidas.
Sí, todos los participantes reciben casco.
Sí, harás varias paradas, incluyendo el Miradouro da Senhora do Monte.
Recorrerás los barrios de Baixa, Alfama y Graça durante el tour.
El agua embotellada está incluida en el paquete.
Se pueden solicitar asientos especiales para bebés.
Sí, un guía local lidera cada grupo pequeño en el tour en bici eléctrica por Lisboa.
Tu día incluye el uso de una bici eléctrica y casco, además de agua embotellada durante el recorrido; si necesitas, hay asientos especiales para bebés y un guía local te acompañará por los barrios históricos de Lisboa antes de regresar tras tres horas explorando juntos.
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