Remarás bajo acantilados imponentes y entrarás en cuevas escondidas en Ponta da Piedade, cerca de Lagos, siempre con un barco de apoyo cerca para descansar o simplemente mirar. Escucha historias locales de tu guía, date un chapuzón en aguas cristalinas y comparte risas con el grupo — aquí no importa la habilidad, sino disfrutar juntos del sol del Algarve.
Nos bajamos del barco de apoyo justo donde el agua se volvía de ese azul imposible — ya sabes cuál. Nuestro guía João sonreía mientras nos entregaba los remos y señalaba las cuevas de Ponta da Piedade, mencionando algo sobre “la roca del elefante” con su suave acento del Algarve. Al principio estaba un poco nervioso (los kayaks se tambalean más de lo que recordaba), pero João se quedó cerca, contándonos pequeñas historias de cada arco. La brisa salada me rozaba los labios. La luz del sol brillaba dorada sobre la piedra. Hubo un momento en que sólo se oían los remos y una risa detrás de mí — quizás era la mía.
No importaba si eras experto o nunca habías tocado un kayak; todos encontraron su ritmo en pocos minutos. El barco de apoyo navegaba cerca para quien quisiera descansar (mis brazos pidieron tregua un rato, no voy a mentir). En un momento, João señaló a unos pescadores saludando desde los acantilados — él les gritó algo en portugués y ellos se rieron. Nos metimos por túneles estrechos donde el agua olía a algas y protector solar. A veces miraba hacia arriba y me olvidaba de remar porque la luz hacía que todo brillara en un naranja extraño contra el azul.
Cuando dimos la vuelta a la última cueva, pudimos saltar para nadar — frío, pero valió la pena. Alguien pasó unas latas de refresco de una nevera en el barco (sabían a verano). El sol estaba tan fuerte que nos secamos rápido. Aún recuerdo esa sensación: flotando con desconocidos que ya no lo parecían, la sal en la piel, sin ganas de que terminara.
Sí, no se necesita experiencia previa y siempre hay un barco de apoyo cerca para descansar o parar cuando quieras.
Sí, al final de la actividad hay tiempo para nadar o relajarse al sol.
Los bebés pueden unirse pero deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte; las familias son bienvenidas.
Sí, el barco de apoyo cuenta con WC durante todo el recorrido.
El tour es accesible para sillas de ruedas y se permiten animales de servicio.
Un guía profesional lidera grupos de hasta 6 kayaks para mantener un ambiente pequeño y cercano.
El tour empieza en el puerto deportivo de Lagos antes de salir en barco hacia Ponta da Piedade.
Tu día incluye todos los impuestos y tasas, uso de kayaks con guía local para hasta seis embarcaciones, seguro civil y de accidentes, acceso a baño a bordo y apoyo constante de un barco cercano para descansar o disfrutar desde la cubierta sin remar.
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