Te unirás a un grupo pequeño en un catamarán cómodo desde Lagos, buscando delfines salvajes con guías locales expertos. Risas de niños en asientos especiales, brisas suaves del mar y relatos en vivo de la tripulación mientras ves a los delfines jugar cerca. Es un plan relajado, ideal para familias, y seguro que esos momentos te acompañarán mucho después de volver a tierra.
Confieso que al principio era un poco escéptico cuando subimos al catamarán en la Marina de Lagos — ya sabes cómo suelen ser estos tours de “avistamiento de delfines”. Pero desde el primer momento, la tripulación parecía más un grupo de vecinos amigables que guías turísticos. Joana, una de ellas, bromeó sobre la primera vez que vio delfines (“¡Grité más que los niños!”) y eso hizo que todos nos relajáramos. El barco era más grande de lo que esperaba, con mucho espacio abierto y hasta pequeños asientos especiales para los niños a los lados. Mi hijo pequeño no paraba de llamar a uno “el sillón del capitán”.
Navegamos más allá del espigón y de repente se hizo silencio — solo el viento y un poco de sal en el aire. El sol calentaba sin ser fuerte, y se mezclaba el olor a protector solar con el del alga marina (no era desagradable, más bien auténtico). Joana señaló algunos barcos pesqueros cerca y explicó cómo a veces los delfines los siguen buscando restos. Intenté ver algo a lo lejos, pero solo brillaba el agua. Entonces alguien gritó — ¡no fuimos nosotros! — y ahí estaban: dos delfines saltando entre las olas como si fuera lo más normal del mundo. No esperaba sentir tanta emoción.
¿Lo mejor? La tripulación nunca molestó ni persiguió a los delfines; nos dejaron observar en silencio mientras contaban datos curiosos sobre ellos (ya olvidé la mitad, pero recuerdo lo calmadas que eran sus voces). Incluso mi padre, que suele quejarse de las “trampas para turistas”, terminó sonriendo con cada chapuzón. Había asientos a la sombra para él y acceso fácil para la silla de ruedas de mi tía — sin complicaciones ni momentos incómodos. Regresamos después de unos 90 minutos, con la sal en el pelo, un poco colorados por el sol pero con una sensación de paz.
Sí, el catamarán tiene asientos especiales para que los niños pequeños disfruten con seguridad.
Sí, tanto el barco como las opciones de transporte son accesibles para sillas de ruedas.
El paseo dura aproximadamente 1,5 horas.
Sí, el catamarán cuenta con servicios sanitarios.
El tour tiene un 95% de éxito en avistamientos, pero no se puede garantizar al 100%.
El punto de encuentro es en la Marina de Lagos; se recomienda llegar 15 minutos antes de la salida.
Sí, los bebés son bienvenidos pero deben ir en el regazo de un adulto o en cochecito.
Sí, guías profesionales ofrecen comentarios en vivo durante toda la travesía.
Tu día incluye embarque en la Marina de Lagos con comentarios en vivo de un guía profesional, todos los impuestos locales incluidos, zonas de sombra para mayor comodidad (con espacios especiales para niños), baños a bordo y mucho espacio para moverse mientras buscas delfines antes de regresar a tierra.
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