Recorre la costa salvaje del Algarve en lancha rápida desde Lagos hasta las Cuevas de Benagil con un guía local que comparte historias y comentarios en vivo. Siente la brisa marina mientras exploras grutas escondidas y acantilados impresionantes antes de entrar bajo la famosa claraboya de Benagil. Aunque no bajes del barco, entenderás por qué este lugar se queda en la memoria.
Lo primero que noté en el puerto de Lagos fue que todos parecían un poco nerviosos — tal vez por la lancha rápida, o por cómo nuestro guía, João, bromeaba sobre el “pelo al viento del Algarve”. La lancha parecía pequeña pero resistente. En cuanto salimos del puerto, sentí el sabor a sal en el aire y ese frescor cortante a pesar del sol. João señaló a unos pescadores que saludaban desde la orilla — me dijo que siempre hacen eso cuando las lanchas se dirigen a la Cueva de Benagil. No esperaba reír tanto antes siquiera de ver nada.
Seguimos la costa, volando junto a acantilados salvajes y playas diminutas que desde tierra ni se ven. João cambiaba entre inglés y portugués sin perder ritmo — a veces solo señalaba con entusiasmo alguna formación en las rocas, como un arco natural o una pila con forma curiosa (juro que una parecía un perro). De vez en cuando nos salpicaba el agua, lo bastante fría para que me cerrara la chaqueta. En este tipo de excursiones desde Lagos a Benagil, nunca sabes qué verás; las mareas cambian todo. En un momento bajó la velocidad para que entráramos en una gruta — olía a humedad y tierra, casi como musgo después de la lluvia.
Esperaba el “gran momento”, pero la verdad es que llegó sin avisar. De repente estábamos dentro de la Cueva de Benagil — la luz del sol entraba por ese agujero redondo en el techo, iluminando la arena dorada donde nadie puede pisar. Allí dentro se sentía una calma extraña, pese al eco del agua golpeando la piedra. João nos contó historias de contrabandistas que se escondían allí hace siglos (no sé si iba en serio), y alguien intentó hacerse un selfie pero se le cayó el sombrero — eso causó más risas que cualquier foto.
No pudimos bajar de la lancha (las reglas son reglas), pero no me importó. Estar tan cerca de esos colores y texturas — roca mojada bajo los dedos, la fresca bruma en la cara — fue suficiente. De regreso solo miraba cómo el sol brillaba en el agua y pensaba en lo diferente que se ve esta costa desde el mar. A veces sigo recordando esa vista cuando escucho gaviotas en casa.
El tour dura aproximadamente 2 horas en total.
No, la salida es desde el puerto de Lagos; no incluye recogida en hotel.
No se permiten niños menores de 5 años; y no se recomienda para menores de 8 por seguridad.
No, por seguridad debes permanecer a bordo durante todo el recorrido.
No se recomienda para embarazadas ni personas con lesiones en la columna.
Se recomienda llevar una chaqueta abrigada, ya que puede refrescar en el agua aunque haya sol.
Dependiendo del grupo, el guía puede ser multilingüe.
Tu día incluye todos los impuestos y tasas, además del comentario en vivo de un guía local profesional mientras navegas en lancha rápida entre Lagos y las Cuevas de Benagil — sin costes ocultos ni sorpresas.
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