Camina por senderos embarrados y nada bajo cascadas en Gerês con un guía local que conoce cada rincón. Comparte un picnic junto al río y anécdotas con tu grupo antes de regresar a Oporto. Prepárate para risas, agua fría en la piel y momentos que recordarás cuando el ruido urbano vuelva.
Apenas habíamos salido de Oporto cuando nuestro guía, João, empezó a contar historias de sus veranos de infancia en Gerês. Señaló los antiguos pueblos de piedra mientras pasábamos cerca de Braga (no paramos, pero se veía la torre del castillo asomando entre los árboles). El van estuvo en silencio un rato, quizá todos estaban revisando sus botas de senderismo o simplemente mirando cómo la niebla se levantaba de las colinas. Por la ventana abierta llegó un aroma a eucalipto que no esperaba encontrar tan al norte.
Los senderos en Peneda-Gerês estaban más embarrados de lo que pensaba; mis calcetines aún se están secando en la mochila. João nos animaba a seguir, pero paraba a menudo para mostrarnos hierbas silvestres o para que practicáramos decir “cascata” (cascada). Li se rió cuando intenté decirlo en portugués, seguro que lo dije fatal. El sonido del agua se fue haciendo más fuerte mientras caminábamos, y de repente apareció una poza azul verdosa bajo una cascada. La mayoría nos lanzamos sin pensarlo; el agua estaba helada, pero era justo lo que necesitábamos después de la subida. La piel me picó un buen rato después.
La comida fue un picnic sobre unas rocas junto al río: queso, pan, aceitunas, cosas que la mamá de João prepara para todos sus tours (“a menos que llueva,” dijo encogiéndose de hombros). Hablamos de lo distinto que es vivir aquí comparado con Oporto. Hay algo especial en comer al aire libre después de nadar que hace que todo sepa mejor. De vuelta, el grupo estaba más callado, cansados quizás, o simplemente llenos de ese aire denso de montaña. A veces todavía recuerdo ese silencio cuando vuelvo al ruido de la ciudad.
Sí, incluye recogida y regreso al hotel en Oporto.
No, se ofrece un picnic salvo que el clima obligue a comer en un restaurante local.
Sí, nadar en lagunas y cascadas naturales es parte del plan; lleva bañador y toalla.
Los senderos requieren un nivel físico moderado; pueden estar embarrados e irregulares, pero son accesibles para viajeros activos.
Sí, pero debes avisar al operador con antelación; si no, se ofrecen opciones estándar.
El itinerario puede cambiar por el clima; a veces el almuerzo se traslada a un restaurante local en lugar de al aire libre.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de los puntos de recogida en Oporto.
Los niños pueden participar, pero deben ir acompañados por un adulto durante todo el tour.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Oporto, todas las actividades con un guía local experto, además de un picnic junto al río (o comida en restaurante típico si cambia el tiempo), para que solo tengas que preocuparte por qué calzado llevar y si te animas a nadar en la cascada.
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