Remarás hasta la Cueva de Benagil con un grupo pequeño, ya sea al amanecer cuando todo está en calma o al atardecer con colores suaves. Un guía local te llevará por playas escondidas y cuevas pequeñas antes de darte tiempo para explorar la cueva principal. Escucharás risas rebotando en las paredes de piedra y sentirás la arena fresca bajo tus pies — no hay nada igual que ver esa luz matutina o vespertina entrando por el techo de la cueva.
Lo primero que recuerdo es el eco — las voces rebotando en los acantilados de Praia de Benagil, suaves y dormilonas si es al amanecer, o con un tono más dorado y pausado si es al atardecer. Nuestro guía João me pasó un remo y sonrió: “No te preocupes, en un rato le cogerás el truco.” La arena aún estaba fresca bajo mis pies. Nunca había hecho kayak, pero eso no importaba; todos estábamos medio despiertos y riendo por los chalecos salvavidas que nunca ajustaban bien.
Nos lanzamos al agua justo cuando la luz empezó a cambiar — todo se volvió rosa y naranja tan rápido que casi se me olvida remar. No había grandes barcos aún (o ninguno si vas más tarde), solo nuestro pequeño grupo deslizándose en silencio. João nos señalaba pequeñas cuevas en el camino; una la llamó “la madriguera del zorro,” aunque a mí me parecía más un agujero de conejo. Pero lo mejor — la Cueva de Benagil en sí — se siente irreal cuando finalmente entras. El techo se abre arriba como una ventana secreta y de repente todo queda en silencio, salvo el goteo del agua y el clic de alguna cámara. Intenté sacar fotos, pero sobre todo me quedé mirando la luz que entraba por ese agujero en el techo.
Tuvimos unos minutos para pasear dentro, con los pies hundiéndose en la arena húmeda. Alguien intentó decir “Benagil” en portugués y João se rió tanto que casi se le cae el remo (yo todavía no creo haberlo dicho bien). De regreso paramos en otra pequeña playa a la que solo se llega por agua — sin huellas, solo piedras lisas y algas con un olor fresco y limpio. Se acabó rápido, pero honestamente, por eso sigo pensando en esa experiencia días después.
Solo se puede entrar a la Cueva de Benagil por agua; el kayak con guía local es una de las formas más seguras.
Sí, los principiantes son bienvenidos. Los guías te enseñan lo básico antes de salir desde Praia de Benagil.
La hora exacta varía según la temporada, pero los tours son temprano en la mañana o al final de la tarde para aprovechar la luz del amanecer o atardecer.
La edad mínima para participar es 4 años.
No incluye recogida en hotel; el punto de encuentro es directamente en la playa de Praia de Benagil.
Usa ropa cómoda que puedas mojar; el chaleco salvavidas lo proporciona el guía.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares; se requiere una condición física moderada.
Tendrás varios minutos para hacer fotos y explorar antes de seguir a otros lugares.
Tu día incluye kayak y chaleco salvavidas, además de la guía de un local experto que lidera tu grupo pequeño desde Praia de Benagil hasta la Cueva de Benagil — no necesitas preocuparte por equipo extra ni permisos.
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