Navega en catamarán desde Lagos por acantilados y playas impresionantes, haciendo paradas en cuevas marinas como Ponta da Piedade y anclando cerca de Burgau para nadar o hacer paddle surf. Disfruta de un almuerzo relajado con bebidas a bordo mientras escuchas la explicación en vivo de tu guía local. Aire salado, sol cálido y esos pequeños momentos que hacen que viajar sea auténtico.
No esperaba que los acantilados alrededor de Lagos brillaran con un tono dorado tan intenso a la luz de la mañana, casi como si alguien hubiera subido el color solo para nosotros. Salimos de la marina con un grupo pequeño de viajeros (y la verdad, me alegré de que no estuviera lleno). Nuestro guía, Rui, empezó a señalar nombres que nunca había escuchado—Ponta da Piedade, Praia Dona Ana—y yo los repetía en voz baja para no olvidarlos. El mar estaba tranquilo, pero se sentía ese aire salado del Atlántico, fresco y cortante. Al pasar por los arcos y cuevas cerca de Ponta da Piedade, todos nos quedamos en silencio por un momento. Era mucho más impresionante de lo que había imaginado.
Navegamos junto a Praia da Luz y sus rocas negras—pensaba que serían ásperas por ser volcánicas, pero al tocarlas son suaves. El barco ancló cerca de Burgau, donde el agua estaba tan clara que podías ver tus dedos de los pies incluso después de saltar (fría al principio, pero luego perfecta). Cerca flotaba un circuito inflable para equilibrarse; algunos niños se lanzaron directo, mientras que unos cuantos intentamos el paddle surf. Yo me tambaleaba tanto que acabé sentado la mayor parte del tiempo—Rui se rió y dijo “todos hacen eso la primera vez”.
El almuerzo llegó justo cuando nos secábamos: ensalada de pasta con pollo y una bebida fría (también tenían opciones vegetarianas si las pides con antelación). Sentado ahí con los shorts aún húmedos, el sol en la cara y arena entre los dedos de los pies, todo parecía muy sencillo y perfecto. De regreso a Lagos, esperaba ver delfines (esta vez no hubo suerte), pero la verdad es que solo ver cómo brillaba la luz en el agua ya valió la pena. Hay algo en estar ahí afuera que se queda contigo mucho más tiempo de lo que crees.
El paseo de medio día dura entre 3 y 4 horas ida y vuelta desde la marina de Lagos.
Sí, incluye un almuerzo ligero—normalmente ensalada de pasta con pollo o opciones vegetarianas/veganas/sin gluten si se piden antes.
Sí, el uso de paddleboards está incluido sin coste adicional durante las paradas para nadar.
Sí, bebés y niños pequeños son bienvenidos; se permiten cochecitos y los niños pueden usar el parque acuático inflable.
Si las condiciones meteorológicas no son adecuadas, puedes cambiar la fecha o recibir un reembolso completo.
Se sirve una bebida de cortesía con el almuerzo; no está permitido traer bebidas externas salvo agua embotellada.
El tour parte desde la marina de Lagos, en el suroeste del Algarve.
Sí, tu guía multilingüe ofrece explicaciones en directo sobre los puntos de interés a lo largo de la ruta.
Tu día incluye un crucero ida y vuelta desde Lagos hasta Praia dos Rebolos con paradas en playas y cuevas marinas famosas, uso de paddleboards y parque acuático inflable al anclar, comentarios en vivo del guía durante todo el trayecto, además de una bebida de cortesía con un almuerzo ligero (ensalada de pasta con pollo o opciones vegetarianas/veganas/sin gluten si se piden antes). Todo el equipo está incluido, solo tienes que llevarte a ti mismo (y quizá ropa seca).
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?