Recibirás entrenamiento práctico con instructores pacientes que garantizan seguridad y atención personalizada. Todo el equipo está incluido y aprenderás habilidades reales en el océano, no solo a pararte en la tabla.
Lo primero que noté fue la brisa salada, un poco intensa pero lo suficientemente fresca para despertarte. Nuestro instructor, João, nos recibió junto a la furgoneta con una gran sonrisa y repartió trajes de neopreno que realmente nos quedaban bien (algo que no siempre pasa). Éramos un grupo variado: niños, adolescentes, una pareja de Alemania y yo, así que nos dividió en grupos más pequeños según la experiencia. Nadie se quedó atrás ni se sintió presionado.
Antes de tocar el agua, João nos explicó lo básico en la arena. Nos enseñó a identificar corrientes seguras y el significado de las banderas de colores, cosas que nunca imaginarías solo mirando a los surfistas desde el paseo marítimo. Practicamos a remar y ponernos de pie en las tablas justo allí en la playa, llenándonos de arena y riendo con nuestros primeros intentos tambaleantes. El sol ya calentaba a las 10 de la mañana, pero el Atlántico aún mantenía ese frío matutino cuando finalmente entramos al agua.
¡Para nada! Estas clases están diseñadas para principiantes de cualquier edad y nivel físico.
Sí, el traje de neopreno, la tabla y la correa están incluidos en el precio de la clase.
Por supuesto. Los grupos se dividen por edad y habilidad para que todos reciban la atención adecuada.
Debes sentirte cómodo en el agua, pero no es necesario ser un nadador experto. La seguridad siempre es la prioridad.
Tu clase incluye transporte privado a la playa, todo el equipo de surf (traje, tabla, correa) y seguro deportivo. También hay asientos especiales para bebés.
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