Sentirás el corazón a mil mientras te preparas en el aeródromo de Portimão, para luego volar alto sobre el Algarve en un salto en tándem desde 15,000 pies con un instructor experto. Tras una breve charla y un vuelo panorámico, vivirás un minuto de caída libre antes de planear suavemente hasta el suelo — con un certificado de salto en la mano y una sonrisa que no se borra.
La verdad, no pensé que mis piernas temblarían tanto solo por ponerme el traje de salto, pero ahí estaba, en el Aeródromo Municipal de Portimão, viendo las nubes deslizarse sobre la costa del Algarve. El aire olía a asfalto calentado por el sol y a algo punzante — ¿serían nervios? Nuestro instructor João sonrió al darme las gafas. “Las vas a necesitar,” dijo, y me di cuenta de que mis manos ya sudaban dentro del traje.
La charla fue breve — unos diez minutos — pero se me quedó grabada mejor que cualquier clase. João lo explicó todo claro y hasta contó un chiste sobre su primer salto (“¡Grité más que tú, te lo prometo!”). Luego esperamos nuestro turno, viendo a otros aterrizar con esas sonrisas locas en la cara. El avión era ruidoso y estrecho, pero al subir sobre el Algarve pude ver destellos de agua turquesa y tejados rojos allá abajo. Por raro que parezca, se sentía una paz extraña para algo tan… vertical.
No voy a mentir: en cuanto abrieron la puerta a 15,000 pies, mi cerebro lógico solo quería quedarse quieto. Pero João asintió — “¡Vamos!” — y de repente estábamos en el aire libre. La caída libre no es como una montaña rusa; es más ruidosa, fría y a la vez silenciosa en tu cabeza. Durante un minuto no supe si estaba riendo o gritando (quizás ambas cosas). Entonces el paracaídas se abrió y todo se volvió lento: vi barcos de pesca cerca de Portimão, olí la sal en el viento. Descendimos tan suave que casi olvidé la velocidad a la que habíamos caído.
Aterrizar fue como despertar de un sueño que no quieres dejar atrás. Las piernas me temblaban, pero João me chocó la mano — “¡Lo lograste!” Me dieron un pequeño certificado con mi nombre (que aún me saca una sonrisa cuando lo encuentro en la mochila). Si estás pensando en hacer un salto en tándem en Portugal, aquí lo repetiría… aunque la próxima vez trataré de no cerrar los ojos al principio.
El salto en tándem se realiza desde 15,000 pies (unos 4,600 metros).
No, no se requiere experiencia previa para este salto en tándem.
La actividad comienza en el Aeródromo Municipal de Portimão, Portugal.
La caída libre dura aproximadamente un minuto antes de abrir el paracaídas.
La edad mínima es 16 años (con consentimiento parental para menores de 18); el peso máximo es 100 kg (flexible hasta 110 kg tras evaluación).
Incluye todo el equipo (traje, gafas), un instructor experto y un certificado de salto.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del aeródromo.
Sí, este lugar cuenta con accesibilidad para sillas de ruedas.
Tu día incluye todo el equipo necesario para el salto: traje y gafas, una breve orientación con tu instructor en el aeródromo de Portimão, el salto en tándem desde 15,000 pies sobre la costa del Algarve y un certificado conmemorativo tras aterrizar — además de gafas de sol si añades vídeo a tu reserva.
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