Si quieres vivir de verdad la cultura montañesa de Polonia —pueblos de madera, queso góral, vistas impresionantes desde Gubałówka— y terminar con un baño en piscinas termales naturales, esta excursión privada lo tiene todo sin complicaciones.
Salimos temprano de Cracovia con nuestro conductor, que hablaba un inglés excelente y conocía todos los caminos secundarios. El viaje duró alrededor de una hora y media, pasando por campos ondulados y pequeños puestos de fruta a pie de carretera. Primera parada: Chochołów. Este pueblo es algo especial. Todas esas casas de madera antiguas alineadas, cada una tan limpia que al pasar se siente el aroma a pino. Nuestro guía nos explicó cómo el pueblo góral ha vivido aquí durante siglos, manteniendo vivas sus tradiciones incluso mientras turistas como nosotros pasean tomando fotos.
No podíamos dejar de probar el oscypek, ese queso ahumado de oveja que se encuentra por toda la zona. Lo compramos a una señora que lo vendía directamente desde su ventana; todavía estaba caliente, recién salido del fuego. Luego nos dirigimos al centro de Zakopane y subimos en el funicular hasta Gubałówka. El trayecto es corto pero empinado, y en la cima se abre una vista panorámica de los Tatras; a veces sopla un viento fresco incluso en verano, así que mejor llevar una chaqueta por si acaso. Allí arriba hay pequeñas cafeterías (yo tomé un té caliente en una llamada “Taras Widokowy”) y puestos de recuerdos con tallas de madera.
La calle Krupówki es donde parece que todos terminan: locales mezclados con visitantes, músicos callejeros tocando acordeón, y el aroma de salchichas a la parrilla que se escapa de los puestos de comida. Está animada pero sin agobiar; encontré un gorro de lana hecho a mano en un puesto del mercado que todavía uso en casa. Después de pasear, nos dirigimos a los Baños Termales Gorący Potok en Szaflary. Veintiuna piscinas con diferentes temperaturas, ¡algunas casi demasiado calientes! El olor a azufre cuesta acostumbrarse, pero la piel queda suave tras un buen rato de baño. La entrada estaba incluida en el precio del tour (85 PLN si vas por tu cuenta). Al final de la tarde sentí que llevaba días de vacaciones.
La experiencia completa suele durar entre 8 y 10 horas, incluyendo el traslado desde Cracovia.
Sí, es apta para familias y para la mayoría de niveles de condición física. También hay asientos para bebés si se necesitan.
Sí, lleva tu propio bañador y toalla para las piscinas de Gorący Potok.
Sí, todas las entradas (funicular y baños termales) están incluidas en la reserva.
Contarás con transporte privado con WiFi a bordo, aire acondicionado, entradas para el funicular de Gubałówka y los baños termales de Gorący Potok—todo organizado con antelación para que solo disfrutes del día.
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