Vive un paseo en trineo tirado por caballos por el campo nevado polaco con guía local, observa la fauna invernal y disfruta una comida tradicional antes de volver a Krakovia. Risas, aire fresco y detalles como el olor a leña o las campanas que se quedan contigo.
“¿Alguna vez has montado en un trineo de verdad?” nos preguntó con una sonrisa nuestro conductor mientras subíamos al trineo de madera fuera de Krakovia. El aire era cortante, tan frío que tu aliento se veía como pequeñas nubes, y los caballos lucían orgullosos con sus borlas rojas. Me ajusté la bufanda, mitad emocionado, mitad preguntándome si perdería la sensibilidad en los pies antes de salir del pueblo.
El campo polaco se extendía blanco, con parches oscuros de pinos. Nuestra guía, Marta, señalaba huellas en la nieve —decía que eran de ciervos, pero bien podrían haber sido de cualquier cosa—. Nos contó historias de sus inviernos de infancia aquí; para ella, los paseos en trineo son la tradición cuando hay nieve de verdad. Las campanillas de los caballos tintineaban cada vez que pasábamos un bache y alguien detrás empezó a cantar algo que parecía un villancico, aunque seguro no lo era. Aún recuerdo ese sonido: campanas y risas apagadas mezclándose bajo ese cielo inmenso.
La comida fue en un lugar con techos bajos y olor a leña que impregnaba todo. Nos sirvieron grandes tazones de sopa (¿zurek? Seguro lo dije mal; Marta se rió de mi acento) y pan tan denso que parecía que te llenaría por días. Hablamos de que a veces se ven jabalíes en estas excursiones desde Krakovia —yo no tuve suerte—, pero para mí bastaba con ver cómo cambiaba la luz sobre los campos. El regreso fue tranquilo, todos se acomodaron en sus asientos, con las mejillas aún sonrojadas por el frío. No esperaba sentir tanta paz después de un simple paseo en trineo por Polonia.
Sí, la recogida y regreso al hotel en Krakovia están incluidos.
Es una excursión de día completo, incluyendo el traslado ida y vuelta al campo.
Se ofrece una comida tradicional polaca tras la experiencia en el trineo.
Los tours solo salen con nieve suficiente; si no, te ofrecen otra fecha o reembolso.
Sí, un conductor-guía local acompaña a tu grupo todo el día.
Sí, es apto para todos los niveles y familias; si hace falta, hay asientos para bebés.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Krakovia, transporte privado en minivan con conductor-guía local, entradas para las actividades, y una contundente comida tradicional polaca antes de volver por esos campos nevados.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?