Sumérgete en la famosa laguna de Bora Bora con un scooter submarino, respirando con facilidad mientras peces de colores pasan junto a tu cúpula. Incluye recogida en hotel y un guía local que te acompaña paso a paso, perfecto para quienes no saben nadar. Al final, la fruta fresca y el jugo saben aún mejor bajo el sol de la isla.
“Tranquilo, vas a respirar normal — solo mantén la cabeza dentro de la cúpula,” nos sonrió nuestro guía Manu mientras me entregaba el casco más raro que había visto. Intenté parecer tranquilo, pero la verdad es que mi corazón latía más fuerte que el pequeño motor que nos llevó desde el muelle. El aire olía a sal y dulce a la vez, y podía ver cómo la laguna cambiaba de color cada pocos metros: turquesa aquí, casi azul neón donde se hacía más profunda. Éramos pocos en el bote, intercambiando bromas nerviosas mientras Manu nos explicaba cómo funcionaba ese scooter submarino. Me dijo que hasta su tía, que no sabe nadar, lo hizo la semana pasada, y eso me tranquilizó.
Meterse en el agua fue raro — hay un momento en que tus pies quedan colgando antes de tocar la plataforma. Dentro de la cúpula todo estaba en silencio, salvo mi respiración y un leve zumbido del motor eléctrico. Pude ver a mi amiga a través de su burbuja al lado; me saludó y su cabello flotaba como algas. Solo teníamos que manejar suavemente mientras avanzábamos en un circuito lento bajo tres metros de agua. Peces amarillos y negros pasaban veloces, y de vez en cuando Manu tocaba nuestras cúpulas para señalar algo — una vez fue un pepino de mar gordito moviéndose por la arena, que me hizo reír tanto que casi pierdo el equilibrio.
Todo duró unos treinta minutos, pero el tiempo allá abajo parecía ir más lento. Cuando salimos a la superficie, todo se veía mucho más brillante comparado con esa luz suave bajo el agua. En la plataforma nos dieron rodajas dulces de piña y jugo frío (juro que nada sabe mejor después de tener los labios salados). Manu nos contó historias de su infancia en Bora Bora, cómo su tío pescaba con arpón justo donde habíamos estado paseando en scooter. Aún recuerdo esa sensación — flotar entre dos mundos, sin nadar del todo pero tampoco en tierra firme.
Sí, se recoge en el muelle principal de tu hotel si hay pontón disponible.
No, no se requiere experiencia; cualquiera que se sienta cómodo sentado puede participar, ya que respiras normalmente dentro de la cúpula.
El recorrido dura entre 30 y 35 minutos por un circuito de un kilómetro a una profundidad de hasta 3 metros.
La edad mínima para participar es de 7 años.
Sí, al terminar te sirven frutas frescas y jugos en la plataforma flotante.
Sí, no necesitas saber nadar porque permaneces dentro del scooter con la cabeza seca.
Te recomendamos llevar traje de baño, toalla, protector solar y, si quieres, una cámara impermeable.
Tu día incluye recogida y regreso al muelle de tu hotel si hay pontón disponible, todo el equipo para el paseo en scooter submarino con un guía local que te explica todo, además de frutas frescas y jugo al volver a la superficie.
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