Camina por las plazas llenas de vida, explora calles coloniales con música y aromas, baja a las catacumbas del Monasterio de San Francisco con historias de tu guía, y detente en mercados coloridos para llevar recuerdos — mucho más que solo fotos.
Empezamos a caminar de inmediato, pisando las viejas piedras de la Plaza San Martín, donde nuestra guía Julia nos llamó. Se sentía un leve aroma a café de un kiosco cercano y el sonido de taxis tocando la bocina detrás de los árboles de jacarandá. Julia nos contó cómo a los limeños les encanta esta plaza por sus jardines — y entendí por qué, aunque me distraía viendo cómo la gente se saludaba, como si todos se conocieran. Nos dio algunos datos sobre la historia del Perú (ya olvidé la mitad), pero más parecía una charla que una clase.
Luego bajamos por el Jirón de la Unión — esa calle es otra cosa. Los balcones de madera sobresalen arriba y se escucha cumbia saliendo de una pollería. Julia señaló unos relieves en una iglesia y nos contó sobre las familias que las construyeron; hasta se rió cuando intenté pronunciar “Huaca” bien (no lo logré). Entramos al mercado Happy Inka para comprar recuerdos — un estallido de colores, tanto tejido que mis manos querían tocar todo. Compré una pequeña llama tejida que seguro es para niños, pero me da igual.
La palabra clave aquí es tour a pie por Lima, pero en realidad se sentía como seguir a una amiga por su barrio. En la Plaza Mayor nos detuvimos para fotos (la luz era intensa, casi demasiado) y Julia nos habló de la influencia española en esas casonas — se nota en cada detalle. El Palacio de Gobierno se veía imponente pero a la vez cercano, con guardias afuera que parecían aburridos. Me gustó que no tuvimos prisa; alguien del grupo necesitó sentarse un rato y nadie se molestó.
Pero lo que más me quedó grabado fueron las catacumbas del Monasterio de San Francisco. Allí abajo hace frío, huele a polvo y cera de vela, huesos apilados en patrones que me dieron un escalofrío. Julia explicó cómo veían la muerte en esa época; fue raro pero reconfortante escucharla hablar con tanta calma. Al salir a la luz del día, Lima se sentía distinta — más ruidosa, o simplemente más viva. Difícil de explicar.
El tour dura medio día y comienza en puntos céntricos de Lima.
Sí, la entrada a las catacumbas del Monasterio de San Francisco está incluida.
No hay recogida en hotel; pero hay opciones de transporte público cerca.
Visitarás Plaza San Martín, Jirón de la Unión, Plaza Mayor, Palacio de Gobierno (por fuera), fachada de la Catedral, mercado Happy Inka y las catacumbas del Monasterio de San Francisco.
Los grupos son pequeños para una experiencia más cercana y personalizada.
No incluye almuerzo; pero habrá tiempo para comprar snacks en el camino.
Sí, los bebés pueden unirse pero deben ir en brazos de un adulto durante los traslados.
Tu día incluye todas las entradas a las atracciones como las catacumbas de San Francisco, impuestos y tasas; además, contarás con un guía local profesional en grupos pequeños y regreso al punto de inicio en auto si es necesario.
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