Comienza antes del amanecer en Lima, avista lobos marinos en un tour en bote por las Islas Ballestas, degusta pisco en el viñedo más antiguo de Perú con almuerzo incluido, luego disfruta buggy y sandboard en las dunas de Huacachina, terminando con un picnic al atardecer en el desierto. Un día completo con momentos para recordar siempre.
Lo primero que recuerdo es el aire frío en mis mejillas mientras subíamos al bus en Miraflores — apenas eran las 4:30am y Lima aún dormía. Nuestra guía, Lucía, repartió café (salvavidas) y revisó los nombres con una atención que hacía sentir que realmente le importaba que nadie se perdiera. Tres horas después, el cielo se abrió sobre Paracas. El paseo en bote por las Islas Ballestas fue una locura — pelícanos por todos lados, lobos marinos ladrando como dueños del lugar y esa extraña figura de candelabro tallada en la arena. Quise tomar una foto pero solo capturé pájaros borrosos.
Después del desayuno (pan con palta nunca supo tan bien), nos fuimos a La Caravedo — ¿el viñedo más antiguo de América? Nunca lo había oído, pero la visita al pisco fue divertida; nuestro anfitrión Miguel sirvió vasos pequeños y nos contó cómo su abuelo pisaba uvas aquí. Los caballos eran hermosos, pero yo estaba más distraído con el aroma a ají y cilantro que venía de la cocina. El almuerzo fue animado, todos compartiendo historias en español e inglés, y alguien derramó su bebida, pero a nadie le importó.
Huacachina parecía de otro mundo — como si alguien hubiera dejado un lago turquesa en medio de esas enormes dunas doradas. Tuvimos tiempo libre y me fui a caminar, con los zapatos llenándose de arena caliente, viendo a un par de niños locales bajar corriendo y gritándose (no entendí ni una palabra). Luego llegó la parte del buggy por las dunas. Es difícil explicar la sensación de volar sobre esos montículos — mi estómago se revolvió más de una vez. ¿Sandboard? Digamos que necesito practicar. Lucía se rió cuando vio mi cara después de mi primera caída.
¿Lo mejor? El picnic al atardecer en las dunas. Pusieron mantas y cestas—nada lujoso pero perfecto mientras todo se teñía de naranja y rosa a nuestro alrededor. Hubo un silencio especial en el grupo, salvo por un tipo que intentaba que su copa de vino se mantuviera derecha en la arena (nunca lo logró). A veces aún pienso en esa luz—qué tranquilo se sentía a pesar de que estábamos todos juntos. El regreso a Lima fue largo, pero a nadie le importó; ese día habíamos vivido algo nuevo, ¿sabes?
El tour dura unas 18 horas, con recogida a las 4:30am y regreso a Lima alrededor de las 11:00pm.
Sí, incluye recogida en hoteles de Miraflores, Barranco, San Isidro y el centro de Lima.
Verás lobos marinos, pingüinos, pelícanos y otras especies marinas, además del geoglifo del Candelabro.
Sí, un almuerzo peruano auténtico en el viñedo La Caravedo, con opciones vegetarianas disponibles.
No, no se requiere experiencia—se hace acostado y los guías ayudan a los principiantes.
Todos los tickets para las actividades están incluidos en el precio.
Tienes unos 40 minutos libres para recorrer Huacachina antes de las actividades en buggy.
Incluye una visita privada al viñedo La Caravedo (no disponible en otros tours) y un picnic al atardecer en las dunas.
Tu día incluye recogida en hoteles céntricos de Lima en un bus de lujo con aire acondicionado y puertos USB; todos los tickets; paseo en bote de dos horas por las Islas Ballestas; almuerzo peruano con degustación de pisco en La Caravedo; tiempo libre en el oasis de Huacachina; dos horas de buggy y sandboard (equipo incluido); y un picnic al atardecer en las dunas antes del regreso nocturno.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?