Camina entre ruinas incas cerca de Nasca, sube una colina para ver de cerca una figura de las Líneas de Nasca y recorre los acueductos en espiral de Cantalloc con una guía local que comparte historias de la zona. Disfruta momentos de calma entre piedras antiguas, aprende sobre ingeniería hidráulica y observa campos en producción antes de regresar al pueblo.
Lo primero que recuerdo es al conductor saludando con la mano a un campesino al salir de Nasca — solo un gesto sencillo, pero que marcó el ambiente. Nuestra guía, Mariela, nos contó cómo creció por aquí y que su abuelo la llevaba de niña a los acueductos de Cantalloc. El camino fuera del pueblo estaba polvoriento y tranquilo, solo se escuchaba algún gallo detrás de un muro. Intenté pronunciar “Caxamarca” bien (Li se rió de mi acento), y ya estábamos llegando a esos viejos muros de piedra que fueron un tambo inca. Es curioso — casi puedes sentir cuántos pasos han pasado por ahí durante siglos.
Recorrimos las piedras mientras Mariela explicaba cómo los viajeros descansaban aquí cuando el imperio se extendía por toda esta costa. Toqué una de las paredes (probablemente no se debe), fresca bajo mi mano a pesar del sol que ya calentaba. Hay algo especial en estar en un lugar que ha sido útil por tanto tiempo — te hace replantearte qué significa “antiguo”. Luego paramos en Las Agujas; desde esta pequeña colina se ve una de esas figuras de las Líneas de Nasca, un enorme trapecio que parece estar ahí, perdido en el polvo. El silencio es raro, solo se oye el viento y la radio de alguien a lo lejos.
Lo mejor sin duda fue Cantalloc. Los acueductos son unos embudos de piedra en espiral — como caracoles gigantes que llevan el agua bajo tierra — hechos por gente que entendía muy bien el agua y la supervivencia. Mariela nos mostró que algunos aún llevan agua para los campos de algodón y maíz (según la temporada), algo que no esperaba. Recogió un poco de algodón y me lo pasó; se sentía suave pero con polvo. Hablamos de cómo los nazcas manejaban la irrigación en un lugar tan seco — honestamente, a veces pienso en esa ingeniosidad cuando abro el grifo en casa.
El tour incluye recogida en tu hotel en Nasca y transporte privado directo a Cantalloc.
Sí, todas las entradas están cubiertas dentro de la reserva.
Sí, es apta para todos los niveles con caminatas suaves.
Visitarás Las Agujas, donde desde una colina se observa un gran trapecio.
Un guía local profesional conduce el tour y habla español e inglés.
También conocerás las ruinas incas de Caxamarca y verás plantaciones según la temporada.
Es de medio día; el tiempo exacto depende del ritmo del grupo pero incluye todas las paradas antes de volver a Nasca.
Tu día incluye recogida en hotel en Nasca, transporte privado por el valle, entradas a todos los sitios y la guía experta bilingüe local, para regresar cómodo al pueblo.
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